domingo, 23 de octubre de 2011
Desde el Medievo hasta hoy.....
Damas, templarias, hermanas...: Su significado, hoy
El Medievo es la gran época oscura y medio bárbara (en oposición a la época que seguirá y será llamada «Renacimiento»), de opresión de los «menudos» por un puñado de feudales, de los hombres por la Iglesia y de las mujeres por todos. En seguida se mencionan, conjuntamente, el cinturón de castidad, el «derecho de pernada», la persecución de las brujas y el famoso «concilio» del año 585, en el cual se llegó incluso a discutir -entre hombres- si la mujer poseía o no alma.
Se deduce así, lógicamente, que desde la Edad Media hasta nuestros días, el transcurrir de los años, decenios y siglos ha significado una evolución positiva, continua, ascendente de la mujer, tanto en lo que toca a la visión que de ella tiene la sociedad como la que ella lleva sobre sí misma. A lo largo de esta evolución, que se inicia en la «nada», en lo que sería el punto cero -la Edad Media- para llegar a nuestros días, algunas épocas, como el Renacimiento y el Siglo de Las Luces, jugarían un papel fundamental en la «liberación» de la mujer, hasta desembocar en la aparición del «feminismo» con las sufragistas de fines de siglo pasado, inicio a su vez de los movimientos actuales.
Hoy en día las mujeres desempañan papeles importantes en la vida y con el transcurso del tiempo han escalado posiciones en distintos ámbitos como la religión, la política, los deportes, la televisión, entre otros, pero en algún momento de nuestra vida hemos pensado en el significado de una mujer en la sociedad, en el mundo, o en cada uno de nuestros hogares, lamentablemente no posee el mismo sentido y fuerza para muchas de las personas.
El machismo y la superioridad del hombre aún no se ha erradicado. No hay que generalizar, pero la realidad es que cada año muchas son las muertes de mujeres a manos de hombres inconscientes; la discriminación laboral, la marginación…. pautas que están marcando de manera especial la vida de la mujer, aunque se han producido importantes logros, lamentablemente, aún siguen presentes. Aun así, la mujer es siempre ejemplo de superación, sin menospreciar al hombre; es ella la que toma la valentía de hacer frente a la vida a veces de forma silenciosa, callada, maldecida o bendecida… pero un trabajo que no se paga con nada….
Cumplimos nuestras metas esforzándonos por lo que deseamos, no dándonos por vencidas a pesar de las circunstancias seguimos adelante, a demostrarle al mundo de que todo es posible. Enfrentarnos a los retos que el tiempo, las épocas, las circunstancias, nos impone… desafiar el sistema... Luchar por nuestros derechos.
Como Damas y como Hermanas, somos las primeras que, con nuestro ejemplo, debemos presentarnos frente a esta sociedad carente de valores y actitudes, el soporte, el eje y el sostén por el que debe conducirse y perpetuarse, la propia sociedad, porque de ella depende el futuro de nuestros hijos.
Como toda socialización la primera raíz es la familia, el primer núcleo donde se asientan los valores y principios que van a moldear nuestra conducta…. De ella, saldrá un primer formato que luego, en la escuela, en el medio, en el contexto sociocultural, ira forjándose.
Como Guerreras, a través de los siglos hemos ido poco a poco, con esfuerzo, con valor, con valentía ocupando el sitio que nunca antes se nos ha reconocido... Es nuestro… Por ello, ¿qué mejor manera de demostrar nuestro sentido estricto del deber y del honor que aquel forjado en mil batallas? En la opresión, la injusticia, en el dolor, en la discriminación… Se ha avanzado mucho... Pero la batalla no está ganada, ni si quiera está definida… solamente el tesón y la valentía y la dignidad seguirán siendo nuestro mejor baluarte….
Somos Damas, Templarias, Hermanas, Guerreras... pero sobre todo, Cruzadas en la vida…. porque nuestro enemigo es silencioso y más sutil… la propia injusticia por el simple hecho de ser mujer….
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Sor +Isabel María Pérez Moreno,
Dama del Temple
Dama del Temple
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