Escucha, hijo, la enseñanza del maestro y aplica el oído de tu corazón. Acoge con gusto esta exhortación de un padre entrañable y ponla en práctica, para que por el esfuerzo de la obediencia vuelvas a aquel de quien te apartaste por la dejadez de la desobediencia. Quienquiera que seas, te dirijo mi exhortación a ti que, renunciando a tu voluntad, tomas las ilustres y heroicas armas de la obediencia para militar bajo Cristo Señor y verdadero rey.
Ceñida, pues, la cintura con la fe y la observancia de las buenas obras, sigamos su camino, guiados por el Evangelio, para que merezcamos ver a quien nos ha llamado a su reino.
Si queremos habitar en su reino, no llegaremos a él si no adelantamos en buenas obras.Pero preguntemos al Señor con el profeta diciéndole: ¿Señor, quién puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo? Y oigamos, hermanos, al Señor que nos responde y nos enseña el camino de su casa diciendo: El que procede honradamente y practica la justicia. El que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino. El que, cuando el diablo malvado le insinúa algo, considerándole despreciable, rechaza de su corazón al diablo con su insinuación y, agarrando hasta sus más pequeños pensamientos, los estrella contra Cristo. Quienes, temiendo a Dios, no se engríen por su buena conducta sino que, sabiendo que las buenas cualidades en ellos existentes no proceden sino del Señor, ensalzan a Dios que actúa en ellos, diciendo como el profeta: "No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, da la gloria". Igual que el apóstol Pablo no se sobreestimó por su predicación diciendo: Por la gracia de Dios soy lo que soy. E insiste: El que se gloría que se gloríe en el Señor.
Si queremos habitar en su reino, no llegaremos a él si no adelantamos en buenas obras.Pero preguntemos al Señor con el profeta diciéndole: ¿Señor, quién puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo? Y oigamos, hermanos, al Señor que nos responde y nos enseña el camino de su casa diciendo: El que procede honradamente y practica la justicia. El que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino. El que, cuando el diablo malvado le insinúa algo, considerándole despreciable, rechaza de su corazón al diablo con su insinuación y, agarrando hasta sus más pequeños pensamientos, los estrella contra Cristo. Quienes, temiendo a Dios, no se engríen por su buena conducta sino que, sabiendo que las buenas cualidades en ellos existentes no proceden sino del Señor, ensalzan a Dios que actúa en ellos, diciendo como el profeta: "No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, da la gloria". Igual que el apóstol Pablo no se sobreestimó por su predicación diciendo: Por la gracia de Dios soy lo que soy. E insiste: El que se gloría que se gloríe en el Señor.
(EXTRACTO DE LA REGLA DE SAN BENITO).
"No
les veréis hacer acepción de personas; respetan y obedecen siempre al
representante de Dios, sin reparar si es o no es el más noble.
Previénense mutuamente con muestras de honor y de deferecia, comportan
las cargas unos de los otros, cumpliendo con esto la Ley de Cristo. No
se estilan en ellos palabras arrogantes, ni ocupaciones inútiles, ni
risas descompuestas, ni la más leve murmuración..."
Nuestra Orden debe moverse en dos conceptos muy claros: La tradición y la espiritualidad. La tradición nos lleva irremisiblemente a los orígenes y la espiritualidad nos fortalece y nos dá "la armadura perfecta" para la lucha en el Buen Combate, fuera de esto dejan de existir los Pobres Caballeros para ser otra cosa.....
Y nos preguntamos, ¿Señor estamos en el mundo
para dar testimonio de Ti,? una vida basada en la caridad, el servicio,
la meditacion, la oracion constante, porque nada somos si no es por Tu
mano, nada es alegre si no es en Tus pasos...nada es mas grande que el
desprendimiento, y alejarnos del egoismo humano, para dar prueba deTu
fe, de Tu bondad y de Tu amor-- el pasado no es nada si no se comprende
por el ahora, y el futuro no es nada si no se comienza en el HOY, y nada
tiene sentido si no es la respuesta a tu Grandeza que es ser pobre en
espiritu, porque buscamos la humildad, pobre en la carne, porque no
buscamos el bien material, pobre en sentimientos porque somos pequeños
frente a tu divinidad, y pobres ante el mundo porque bucamos el bien
absoluto en el projimo
NON NOBIS,,,+
Me dirijo a tí que te sientes atraido por pertenecer a los Pobres Caballeros de Cristo.
Escucha: No somos excluyentes, siempre tenemos los brazos abiertos a la acogida y el corazón gozoso de abrazarte.
No importa de donde vienes, ni a qué demonios has servido ya que como dice el Señor "el que esté limpio de culpa que tire la primera piedra"
Ni importa si eres rico o pobre, catedrático o analfabeto.
Lo que sí te pedimos es que te conviertas y creas en el Evangelio.
Con eso basta.
Escucha: No somos excluyentes, siempre tenemos los brazos abiertos a la acogida y el corazón gozoso de abrazarte.
No importa de donde vienes, ni a qué demonios has servido ya que como dice el Señor "el que esté limpio de culpa que tire la primera piedra"
Ni importa si eres rico o pobre, catedrático o analfabeto.
Lo que sí te pedimos es que te conviertas y creas en el Evangelio.
Con eso basta.
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