PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
“Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Entendedlo bien: si el dueño de casa
supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa.
Por eso, también vosotros estad preparados,
porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre”.
(Mt 24, 42-44)
QUE NO TENGAN QUE CONTARNOS NUESTRA HISTORIA
Están de moda los reportajes sobre la historia
reciente, ésa que no hemos estudiado en los libros, esa que nosotros hemos
vivido. Son muchos los que tratan de “contárnosla” una y otra vez. Saben muy
bien que vivimos anclados al recuerdo y que nos gusta regresar a él.
Ocurre, sin embargo, que muchas veces
no somos capaces de reconocer esa historia que ha sido nuestra. Nos preguntamos
llenos de extrañeza: ¿Dónde estaba yo cuando eso ocurría? Estábamos ahí, pero
seguramente estábamos distraídos con nuestras pequeñas cosas.
Vivíamos aquel tiempo,
pero no sabíamos prestar atención a los detalles. Eso nos impedía percibir el
hondo sentido de los acontecimientos.
Se puede vivir en un
lugar hermoso sin valorar su belleza. Se puede vivir en un tiempo crucial, sin
percibir su importancia. Se puede vivir junto a una persona excepcional, sin
advertir su genialidad.
LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS
Una vez más estamos en el
tiempo del “Adviento”. Con este domingo comenzamos un nuevo año litúrgico.
Estos cuatro domingo primeros nos invitan a preparar la fiesta del nacimiento
de Jesús. Pero no sólo eso. Nos llevan a pensar nuestra vida en términos de
espera y de esperanza. Mirar al futuro que aguardamos ha de dar perspectiva y
profundidad a nuestro presente y nos ayudará a recobrar el valor de nuestra
historia pasada.
El evangelio de hoy pone
en boca de Jesús una pequeña parábola que las comunidades nunca hubieran osado
atribuirle si él no la hubiera empleado. Se compara a sí mismo con el ladrón
que llega en media de la noche y sorprende a los que viven en la casa. Y nos
invita a montar guardia para no ser sorprendidos por su llegada: “Estad en
vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”. Así que habrá que evitar
todo lo que nos embriaga y atonta: todo lo que nos hace vivir adormilados.
Estar en vela es la forma lúcida de esperar al Amado.
Jesús nos pide que abramos bien los ojos para descubrir los “signos de
los tiempos” (Mt 24, 37-44). Él está
presente entre nosotros, pero no somos capaces de percibir su presencia. Dios
nos habla, pero no hemos aprendido a oír su voz. Todo nos transmite mensajes
que pueden orientarnos en la vida, pero no hemos aprendido a descifrarlos.
DEL TEMOR A LA ALEGRÍA
El evangelio que hoy se
proclama insiste en esta idea: “Estad preparados porque a la hora que menos
penséis viene el Hijo del Hombre”. Algo nos dice que este mensaje no iba
dirigido solamente a los cristianos de la primera generación.
• “A la hora que menos
penséis viene el Hijo del Hombre”. Mil
veces hemos entendido esta frase como una amenaza. Nos imaginábamos que el
Señor llegaría con sigilo traicionero. Temíamos ser sorprendidos por un
inspector malvado y vengativo. En realidad, ese temor delataba nuestra mala
conciencia.
• “A la hora que menos
penséis viene el Hijo del Hombre”. ¿No podríamos entender esta frase como el
guiño de complicidad que nos dirige
quien nos ama de verdad? El Señor puede manifestar su presencia justo
cuando nosotros andamos distraídos con nuestras menudencias. Encontrarnos con
él será nuestra mayor alegría.
- Señor Jesús, andamos
preocupados por mil cosas y nos enzarzamos en discusiones sin sentido. No
permitas que perdamos de vista la realidad que nos circunda. Ayúdanos a
descubrir en ella los signos de tu presencia. Y a esperarte cada día con amor.
Amén.
Invitación - E
ResponderEliminarSoy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com