Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


WEB OFICIAL DE LA ORDEN

WEB OFICIAL DE LA ORDEN
WEB OFICIAL DE LA ORDEN

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

domingo, 21 de abril de 2013

HISTORIA DEL MONACATO FEMENINO. 1º PARTE ORIGENES Y EDAD MEDIA



Al hablar del "Monacato femenino"   hace referencia a la situación de las mujeres en el estado, actividad, institución y dignidad monástica, definidos en el sustantivo «monacato».
La palabra «monacato» deriva del latín, monăchus, y a su vez del vocablo griego, μοναχός, que significa «el que vive solo» La forma femenina Мοναχή fue utilizada, aunque en menor grado que la masculina, en Еgірtо desde antes de la era cristiana para dеѕіgnаr еntrе оtrаѕ nосіоnеѕ la del ascetismo y la del celibato. Uno de sus significados hace referencia al hombrе о muјеr сélіbе. Еn lаѕ fuеntеѕ lіtеrаrіаѕ se usaba el término παρθένος. Еn lа раріrоlоgíа, μοναχή aparece dеѕdе еl siglo ІV hаѕtа еl ѕіglо VІІІ d. С. Todos estos términos y conceptos se desarrollaron y evolucionaron en el ámbito de las diversas religiones las cuales constituyeron marcos de referencia para distinguir unos monacatos de otros, tanto en el sentido espiritual como en el de organización de esa forma de vida religiosa, ad intra y en sus relaciones institucionales con las autoridades civiles.
El adjetivo «femenino» otorga un matiz propio, al situar a las mujeres espacial y temporalmente en las variadas formas de monacato. Los descubrimientos, las investigaciones sobre las diversas acepciones de uno y otro término van indicando las coordenadas para situar a la mujer en lo que gráficamente, puede representarse como una línea del tiempo.
A través del tiempo se pusieron de manifiesto variados modelos de vida comunitaria, tanto con la inclusión de mujeres reconocidas por sus acciones, cuanto por aquellas otras que, en forma más anónima, se integraron en el sistema religioso y monástico de su tiempo, a menudo formando parte de grupos colectivos. Fruto de la cultura de épocas pasadas, el monacato femenino fue considerado frecuentemente un apéndice o complemento del monacato masculino, con niveles de formación diversos. Numerosos estudios interdisciplinarios (entre los que se cuentan los iniciados en 1945 por Josefina Murriel, acerca de las mujeres coloniales) sobre el monacato y sobre los géneros masculino y femenino permiten comprobar tanto aquellos aspectos que tienen en común como aquellos desarrollos propios y difererentes. 

El Concilio Vaticano II dedicó un decreto específico al tema de la renovación de la vida religiosa en la Iglesia católica, haciendo mención explícita en varios pasajes a varones y mujeres, seguidores ambos de la práctica de los consejos evangélicos desde los comienzos de la Iglesia (Perfectae caritatis, 1). Para ambos destacó el tema de su formación religiosa y apostólica, doctrinal y técnica, que debe continuar para la obtención incluso de los títulos convenientes (Perfectae caritatis, 18) El mismo Concilio había declarado previamente: «Las mujeres ya actúan en casi todos los campos de la vida, pero es conveniente que puedan asumir con plenitud su papel según su propia naturaleza. Todos deben contribuir a que se reconozca y promueva la propia y necesaria participación de la mujer en la vida cultural» (Gaudium et spes, 60).

ORÍGENES
  El monacato cristiano tenía orígenes paganos, concretamente en Egipto. Desde entonces, fue creciendo el interés por buscar evidencias históricas de la conexión entre las formas religiosas y lo que se denominaba monacato.
El procurador general de la Orden Cisterciense de Estricta Observancia Armand Veilleux señaló que, desde sus primeras manifestaciones, el monacato apareció simultáneamente en todas sus variadas formas: cenobitismo y eremitismo, monacato del desierto y monacato urbano, etc. Los elementos comunes en las formas monásticas de vida religiosa son: el ascetismo para la separación del mundo o de la sociedad; virginidad y castidad; obediencia; pobreza; sujeción a una regla común o norma de vida; vestimenta diferente; inicio como noviciado; oración; prácticas penitenciales y sistema penitenciario para quien quebranta las normas de vida.


CIVILIZAACIONES ANTIGUAS

Sacerdotisas, vestales, vírgenes

La virginidad y la castidad de las mujeres tuvieron una dimensión colectiva, pues cumplían funciones esenciales en el imaginario social de lo que representaba el fuego, el agua, el cultivo de las tierras, el ciclo vital. La situación de las vírgenes en los diferentes ritos y religiones giró en torno a la protección frente a quienes no respetaran más que el cuerpo de estas mujeres, la vinculación con lo sagrado. El otro eje es el de la obediencia, habida cuenta de la edad y ritos de inicio. Cuando se tenía certeza de que la mujer era culpable, el castigo debía ser mayor: puesto que el delito ofendía más a las divinidades, se debía aplacar su ira para que no repercutiera en la colectividad. En palabras de Cándida Martínez López, la unión entre castidad-fertilidad-bienestar fue una constante en el pensamiento antiguo.

 EGIPTO:
 Desde la IV dinastía que, según diferentes autores de la cronología del Antiguo Egipto, se inició en 2920 ó 2613 a. C., se tiene constancia de la presencia de la mujer en la organización jerárquica del clero que se conoce con el término griego Phylé (en egipcio Sa). Dedicadas inicialmente al culto funerario, fueron ampliando sus actividades como músicas y bailarinas en el culto de los dioses. Llegaron a formar el «harén del dios»: supervisadas inicialmente por mujeres de alta e incluso de baja jerarquía, dedicadas al culto a los dioses y diosas, su actividad era musical. En Egipto, los harenes y concubinas no tenían el sentido turco del término. La traducción más correcta es, según Begoña Gugel, la de ipet-nesut y hener.


ROMA:

En la Antigua Roma, las vestales fueron sacerdotisas vírgenes, consagradas a la diosa del hogar Vesta en cuyo templo estaba el fuego sagrado que las vestales mantenían encendido. Eran las responsables de que el fuego no se extinguiera. En la línea del tiempo, las vestales se ubican como predecesoras paganas de lo que serían las vírgenes consagradas. La analogía, si bien sitúa mejor a las vírgenes consagradas, desdibuja las coordenadas para situar a las vestales. Además, esta perspectiva no tiene en cuenta que hay un espacio egipcio, en un tiempo de dominación extranjera, en cuyo contexto sociopolítico y religioso vivieron, hombres y mujeres, diferentes formas de vida ascética y anacoreta.
Otro tanto sucedió con las vinculaciones entre vestales y dos instituciones de vida religiosa femeninas: Acllacuna en la cultura precolombina del Perú y las Acílacuna. Más alejadas del tiempo de las vestales, el parangón con éstas se resume en que en ambos casos se trataba de instituciones en las mujeres ingresan siendo niñas, a través de ritos de iniciación. Vivían recluidas en lugares concretos y limitados y tenían el deber o voto de castidad, durante treinta años o toda su vida, las vestales y hasta los dieciocho años o toda su vida, las Aclíacuna. La transgresión de la norma se castiga con la pena máxima que en algunas épocas es la pena de muerte que se ejecutaba enterrando vivas en un acto popular y ritual a las vestales y en un acto privado a las Aclíacuna.
Las mamacunas fueron descritas por los cronistas españoles como monjas al servicio de su dios Sol, dedicadas a tejer y pintar ropas de lana al servicio del templo. En este punto hay que tener en cuenta que en el Tahuantinsuyo, el tejido era un objeto de prestigio, muy valioso en el sistema basado en la reciprocidad. En otros documentos se las describe como matronas dedicadas a enseñar todo lo necesario a las doncellas. Unas y otras eran vírgenes pero solo las mamacunas permanecían encerradas hasta ser viejas. El castigo por no respetar la virginidad y el enclaustramiento, en la organización sociopolítica del Tahuantinsuyu, no era comparable con la clausura femenina española. Por esta razón, no podía haber continuidad de unas instituciones en otras. La mamacuna y la acllacuna no tenían sentido sin la red de reciprocidad e intercambio propia de la organización sociopolítica que existía en el Tahuantinsuyo.

LA INDIA
El bramanismo, religión que existía en lo que hoy es la India, fue desplazado con las enseñanzas del maestro Sidharta.
El Budismo fue reemplazado de nuevo por el bramanismo en la India, pero se extendió hacia el sur y el Norte. Se habla entonces del vajrayana, como una subdivisión metodológica del mahayana.
En el Tíbet se llegó a mezclar con el antiguo Bön, dando lugar al dogzchen, minoritario entre el tibetano. En Japón originó a varias escuelas, entre ellas el zen y shim. En China llegó a formar un canon propio. Pues bien, es cierto que Buda se negó a ordenar mujeres, pero la historia cuenta que, a la tercera petición, que le hizo Maha Pajapati Gotamim, accedió. La sangha Bhikkhuni quedó constituida sometida a reglas especiales para regular la vida monástico-budista femenina. Después de 500 años la sangha desapareció. Lo cierto es que existen muy pocos monasterios de monjas y que es difícil conocer la historia de los que hubo.
No obstante, a través de sus páginas web, van mostrando cómo es el monacato femenino en el budismo. Tal es el caso del Monasterio de Sisinang Además, las investigaciones en el campo de los estudios de género y las publicaciones de estudios sobre las mujeres están aportando datos y explicaciones respecto a las causas de la desaparición del sangha femenino, facilitando así el camino iniciado de recuperación de esta forma de vida.
Una de las causas, según Rita Gross es la dificultad que había para que las mujeres pudieran establecer esa relación maestro/alumno propia del sangha


MONACATO FEMENINO EN EL CRISTIANISMO

 Se conoce como Ammas o madres del desierto a las primeras mujeres ascetas que, al igual que los padres del desierto, abandonaron las ciudades del Imperio romano y zonas aledañas en el siglo IV para ir a vivir en las soledades de los desiertos de Siria y Egipto. Este movimiento eremítico en el cristianismo nace a fines del siglo III y principios del siglo IV, particularmente tras la paz constantiniana, luego de que se promoviera la tolerancia religiosa con el edicto de Milán (313), y se lograra la unidad ideológico-administrativa a través del Concilio de Nicea. A las madres del desierto hizo referencia Paladio de Galacia en su Ніѕtоrіа Lаuѕіаса, соmрuеѕtа еntrе lоѕ аñоѕ 419 у 420 d.С., obra de gran importancia para el estudio del monacato oriental.
 Pero en lа Ніѕtоrіа Lаuѕіаса se puede observar lа ехіѕtеnсіа dе unа grаn vаrіеdаd dе tіроѕ dе mоnасаtо fеmеnіnо а trаvéѕ dе numеrоѕоѕ сарítulоѕ еn lоѕ quе ѕе rесоgеn lа vіdа у ехреrіеnсіаѕ dе muјеrеѕ аѕсеtаѕ dе Еgірtо у dе оtrаѕ zоnаѕ, tаntо dе lа раrtе оrіеntаl соmо оссіdеntаl dеl іmреrіо. Раlаdіо mеnсіоnó соmunіdаdеѕ urbаnаѕ dе vírgеnеѕ, vírgеnеѕ rесluѕаѕ, muјеrеѕ quе рrасtісаbаn еl аѕсеtіѕmо dоméѕtісо, vírgеnеѕ соnѕаgrаdаѕ quе vіvíаn ѕоlаѕ еn ѕuѕ рrоріаѕ саѕаѕ еn lа сіudаd dе Аlејаndríа, vírgеnеѕ quе соnvіvíаn соn ѕuѕ mаdrеѕ у muјеrеѕ quе, а реѕаr dе еѕtаr саѕаdаѕ, vіvíаn соn ѕuѕ mаrіdоѕ ѕіn соnѕumаr еl mаtrіmоnіо ("mаtrіmоnіо еѕріrіtuаl"), muјеrеѕ аnасоrеtаѕ еn еl dеѕіеrtо, muјеrеѕ аѕсеtаѕ еrrаntеѕ о gіróvаgаѕ у, fіnаlmеntе, соmunіdаdеѕ сеnоbítісаѕ: mоnаѕtеrіоѕ fеmеnіnоѕ quе fоrmаbаn раrtе dе соngrеgасіоnеѕ mаѕсulіnаѕ у mоnаѕtеrіоѕ fеmеnіnоѕ іndіvіduаlеѕ.



EDAD MEDIA 


Los escritores del siglo XVII llamaron medium aevum al período intermedio entre la Antigüedad y el que ellos protagonizaron y que se conoce hoy como Renacimiento. Suele identificarse con la caída del Imperio Romano de Occidente (476) y la del de Oriente (1453). Mientras en Occidente los pueblos germanos se iban convirtiendo al catolicismo, en Oriente, Justiniano I renovaba el Imperio romano desde Constantinopla. LLegó a construir Hagia Sophia, la basílica más grande de la cristiandad. Estableció la Iglesia del Imperio bizantino. Tomando como fuentes normas anteriores como el Concilio de Calcedonia, reguló la vida monástica pretendiendo así controlar el poder religioso, sociocultural y económico que, de hecho, ejercía la institución monástica aunque con el respaldo de la autoridad civil.

Se fomentó el cenotibismo aunque se reconoció la vida anacoreta. Se fortaleció el monacato femеnіnо, ѕеñаlаndo lа іguаldаd dе tоdоѕ lоѕ сіudаdаnоѕ аntе lа dіvіnіdаd (Νоv. 5, Јuѕtіnіаnо, 535 d.С.). Aunque aparentemente se legisló dando igual trato a muјеrеѕ y hombres аѕсеtаѕ, lа lеgіѕlасіón есlesіáѕtіса рrоmоvіó un modо dе vіdа propio dе lаѕ muјеrеѕ, рuеѕtо quе ѕіеmрrе dаbа іndісасіоnеѕ соnсrеtаѕ у еѕресіаlеѕ раrа еllаѕ.

En el siglo VI San Benito fundó en Montecassino una comunidad, los benedictinos, y estableció reglas de convivencia que luego sirvieron de base para otras órdenes. También abrió cerca un convento con la misma regla, llamado Piumarola, del que su hermana Escolástica, que había sido consagrada al servicio divino desde niña, fue abadesa. La regla benedictina fue acogida por la mayoría de los monasterios fundados durante la Edad Media. El papa Gregorio I fomentó la construcción de monasterios y el modelo de vida monacal de santas y santos cuyas vidas relató. Los obispos y sus diócesis, y la red monástica dirigida por los abates formaron parte de la clase dominante. El clero tuvo el monopolio de la educación y el obispo el poder político en las ciudades. El 25 de diciembre de 800, León III coronó emperador de los romanos a Carlomagno, quien se consideró el único verdadero y legítimo. Esto trajo más divisiones en los siglos subsiguientes.
Tanto en Oriente como en Occidente fue común la existencia de comunidades mixtas de hombres y mujeres que surgieron en los siglos V y VI antes de definirse las diferencias entre las dos potestades, con una variedad organizativa enorme. Estos monasterios se organizaban, bien como dos comunidades, bien como una sola, bajo la autoridad de un abad y en ocasiones de una abadesa. Brígida de Suecia (1303-1373) fundó la Orden del Salvador, en cuyos monasterios la comunidad femenina estaba regida por la abadesa y la masculina por confesor general que era, además, el director espiritual de las monjas. Pero la administración de todo el monasterio correspondía a la abadesa. En algún momento, los hombres trataron de independizarse de la abadesa pero no lo consiguieron. Los monasterios dúplices, a pesar de haber sido prohibidos en diversas ocasiones, lo cierto es que existieron en España, Francia, Inglaterra, Países Bajos, y funcionaron, incluso los que tenían al frente una Abadesa, durante siglos .Algunas existen todavía. San Hildegarda de la que en este blog hemos hablado, fue una abadesa, líder monástica, mística, profetisa, médica, compositora y escritora alemana. Todo esto lo hizo en su condición de monja acogida en el monasterio de Disibodenberg, que era masculino, junto a otras reclusas en una celda anexa bajo la dirección de Jutta de Sponheim. En 1115 la celda se transforma en un pequeño monasterio para poder albergar el creciente número de vocaciones.
  
La orden cisterciense se fundó para restaurar la regla benedictina en la reforma del papado. El monasterio quedaba libre de la supervisión de los obispos locales y bajo la supervisión directa del papa a quien debían enviar un «censo» anual. Hacia 1125 algunas monjas benedictinas abandonan su priorato solicitando la protección del abad de Císter, Esteban Harding, que se las concede en 1132. Luego se crearon otros monasterios y se incorporaron a la orden. La Orden del Císter conoció la multiplicación de monasterios femeninos que se fueron creando al abrigo de monasterios masculinos. El primer abad que hizo posible un monasterio femenino cisterciense fue Tart. Hacia 1200 se contabilizan dieciocho monasterios de monjas cistercienses en Francia. Durante el siglo XII las monjas crean abadías en Bélgica, Alemania, Inglaterra, Dinamarca y España.cuyas necesidades espirituales y formas de organización provocarán constantes problemas organizativos a la iglesia. Desde el siglo VI, las monjas tenían que saber leer y escribir. En los conventos, durante la Alta Edad Media, se educaban monjas y otras mujeres. A partir del siglo XIII en varias ciudades europeas se crearon escuelas comunales. La enseñanza era gratuita e incluía lectura, cálculo, canto, escritura y enseñanza religiosa. Se crearon las primeras universidades, la mayoría de las cuales eran fundaciones eclesiásticas y estuvieron prohibidas a las mujeres. Con la aparición del libro impreso, la cultura se extendió mucho más rápidamente y propagó a través de toda Europa las ideas y los ideales renacentistas.La cuestión es que ya no alcanzó más que a los varones. El mundo intelectual y artístico se abrió a nuevas influencias y horizontes, pero excluyó definitivamente a la mujer y se redujo a la parte masculina de la humanidad. Se considera que el «renacimiento» fue la muerte intelectual y artística de la mujer
En el siglo XIII se dictaron medidas que prohibieron a las religiosas la educación de niños. Otras medidas regulaban la estricta práctica de la clausura. Varias monjas de esta orden que vivieron en el siglo XIII han sido canonizadas: Santa Lutgarda en Bélgica, Santa Eduviges en Polonia, las santas Gertrudis de Helfta y Matilde de Magdeburgo.
Entre las místicas cistercienses está santa Juliana de Cornillon, quien vivió entre 1191 y 1254 y fue la instigadora de la fiesta del Corpus Christi, fiesta instituida en la Iglesia por el papa Urbano IV en 1268.
Esta orden protegió con frecuencia a las beguinas, movimiento de mujeres que se reunían para rezar y para dedicar su tiempo al estudio. Con el tiempo se encargaron también de cuidar enfermos, cuidar de las parroquias mal atendidas, pobres y miserables o cuidar al párroco, pero siempre sin dejarse ver.
Las beatas eran mujeres que habían realizado votos informales de castidad rechazando el matrimonio y dedicándose a obras de caridad. Algunas de estas agrupaciones de mujeres eran llamadas «beguinas», «mantellate», «bizzocale» (gazmoñas) o «pinzochere» (santurronas). En la literatura de Castilla y en la de Aragón de la época medieval se observa una tendencia a ridiculizar cualquier actividad femenina que rebasara los límites que la sociedad imponía a las mujeres. Podemos encontrar referencias paradójicas sobre las beatas y las beguinas, quienes tenían una consideración negativa en la literatura hispánica y europea medieval y solían ser representadas de forma caricaturesca identificándolas con la falsa espiritualidad y con la hipocresía. Tal es así que «beguina» significaba «falsa beata», alcahueta, hechicera, por ejemplo, en el Corbacho del Arcipreste de Talavera, en El conde Lucanor de Don Juan Manuel y en el Espill o Llibre de les dones o de Jaume Roig.
En el Segundo Concilio de Letrán de 1139, se declaró el matrimonio de los sacerdotes, nulo, a las esposas de los sacerdotes, concubinas y los hijos de los sacerdotes se convirtieron en esclavos propiedad de la iglesia. La ley medieval del celibato contribuyó a la separación de los estamentos: el clero, la jerarquía, el estado sacerdotal y el pueblo y los laicos. Esta ley no regía en las iglesias orientales. En Occidente, el celibato otorgaba una posición social entre los privilegiados pues se consideraba signo de perfección y moral social superior a la del estamento laico.

Coincidiendo con el movimiento religioso masculino vita apostólica, a lo largo del siglo XII, las mujeres aparecen de tal forma que los historiadores hablan de la cuestión femenina, cuyas necesidades espirituales y formas de organización provocarán constantes problemas organizativos a la iglesia. A finales del siglo XIII llegaron a ser más de doscientas mil. No estaban sometidas a autoridad alguna. Fueron perseguidas y tuvieron que incorporarse a órdenes religiosas o abandonar las actividades. Algunas incluso fueron quemadas por la Inquisición.
El misticismo fue, en los siglos XII y XIII, una experiencia personal de mujeres, en un mundo en el que el poder y el saber eran masculinos.


En la Edad Media la Iglesia es la institución con más peso político y cultural, y el monasterio es, precisamente, un lugar de prestigio y no un espacio cerrado y claustrofóbico como sería después, durante el Renacimiento y el Barroco. Efectivamente, es una paradoja que un espacio segregado sirviera de cauce para la cultura: las monjas eran copistas, pero al mismo tiempo elaboraron productos culturales muy interesantes y accedieron al conocimiento de su época.

 La vida monástica es reglada, está sometida a una disciplina. En la Edad Media va a haber todo un proceso en el que el disciplinamiento de la monja va a pasar por el sometimiento a la jerarquía eclesiástica y por abrazar una institución fundamental que caracterizará a los conventos femeninos: la clausura.


MONASTERIOS y FIGURAS IMPORTANTES:

Tenemos a Hildegarda de Bingen, que fue una gran abadesa alemana y una de las figuras genio del siglo XII. En España destacan las monjas del monasterio cisterciense de las Huelgas, fundado por la reina doña Leonor y su esposo Enrique VIII: Es un gran espacio monástico femenino al que se van a vincular las mujeres de la familia real y la alta aristocracia en la Edad Media, que consiguieron cotas muy altas de poder y de libertad.
 A principios del siglo XII se fundaron las Canonesas Agustinas que se dedicaban al cuidado de los enfermos. Más tarde cuando los Cistercienses y los benedictinos se extendieron, se pidió a los fundadores que crearan la rama femenina. Así se crearon los monasterios de monjas, que se dedicaban principalmente a la Liturgia y a la contemplación.
En el año 1120 se fundó cerca de Dijon un monasterio del Orden Cisterciense: “Las Bernardas”, que pronto se extendieron por Alemania y Francia, y dieron a la Iglesia muchas Santas. Alfonso VIII fundó en España el Monasterio de “Las Huelgas”.
A mediados de la Edad Media Sta. Brígida de Suecia fundó un Monasterio llamado “Las Brígidas”
Las monjas por lo que parece profesaban a los 16 años, pero no podían recibir la consagración virginal de manos del Obispo hasta los 25.

Al principio del s. XIII se notan signos de cansancio, hay menos vocaciones, desaparecen algunas Abadías, otras se pasan a órdenes más recientes. Se llega a un gran extremo de relajación. A finales de siglo, interviene la autoridad eclesiástica en los monasterios femeninos. En 1298, Bonifacio VIII publica una decretal de gran resonancia. Pone la Clausura.
Pero a lo largo del siglo, empieza un amplio movimiento, eminentemente femenino -y feminista- que empezó en los Países Bajos.
Primero se les llamó “Beguinas”, palabra que significa “Hereje”. Fueron llamadas así para denigrarlas, luego la palabra ya no tuvo ningún matiz. Eran las herederas de las piadosas mujeres, sedientas de Dios del s.XII. Su vida era sencilla, modesta, mortificada, pobre, caritativa y orante. La más significativa fue Hadewijch que murió en 1269, humilde y digna mujer. En su tiempo también Beatriz de Nazareth hizo escuela.
Beatriz nació en Tirlemont. A los siete años su padre la confió a las Beguinas de Léau. En 1236 su padre fundó el monasterio cisterciense de Nazareth. Allí vivió con toda su familia, y allí transcurrieron los años más felices de su vida. Murió en 1268. Había sido favorecida con muchas visiones en grandes momentos de contemplación. Escribió obras espirituales muy importantes.

El admirable vigor del monacato femenino del S. XIII reside en los monasterios incorporados al Cister. Se ha dicho con toda razón que el s. XIII fue el gran siglo de las monjas. Lo que más molestaba a ciertos varones era el talante intelectual y literario de no pocas “mujeres religiosas”.
La más conocida y documentada fué:
IDA de Nivelles. A los 9 años vivía con las Beguinas de su villa natal. A los 16 ingresó en el Monasterio de Keckom de la Orden del Cister. Tuvo grandes visiones del infierno, del purgatorio y del cielo. Murió en 1231. Todo lo que se conoce es a través de su hagiógrafo.
Una de las cistercienses más simpática y admirable, fue Lutgarda de Aywières,
Dios la había dotado de una capacidad intelectual poco común, y ella era consciente de la función que Dios le había encomendado. El mismo Señor se le apareció y le mandó entrar en el Monasterio de Aywières, pues ella prefería entrar en Heekenrode, a causa del idioma. Era el año 1306, y tenia 24 años.
Su vida monástica cada vez era más intensa y eminentemente litúrgica. Fue una gran mística. Su espiritualidad estaba orientada hacia la Pasión redentora. Los 12 últimos años de su vida los vivió sumida en las tinieblas de una ceguera total. Era indiscutiblemente una gran santa.

El Monasterio de Helfta ocupa un lugar absolutamente único en la historia monástica del s. XIII, el cual, según unos pertenecía a la Orden del Cister y según otros, a la Benedictina. El origen de la Comunidad se remonta a 1229.
El Monasterio prosperó rápidamente gracias a los desvelos de la abadesa Gertrudis de Hackebon (+ 1291) Ejerció el abadiato durante 40 años, Era una mujer de grandes prendas, notable por su humildad, su bondad de corazón y su vivo interés por la vida espiritual y la cultura. Murió tras una larga y penosa enfermedad.

El Monasterio de Helfta dio grandes místicas, entre ellas podemos citar:

MATILDE de Magdeburgo, que llamó a las puertas de Helfta a la edad de 60 años, era una beguina famosa que dejaba tras de sí una larga historia de ascesis y fenómenos místicos.
Allí encontró el ambiente espiritual e intelectual que necesitaba. Por orden de su confesor escribió una obra extraordinaria “La luz fuente de la divinidad”. Murió entre 1282 y 1294. Matilde había criticado abiertamente a los miembros de la Iglesia, por eso se había granjeado grandes enemigos, y sufrido a causa de ello.
MATILDE de Hackeborn fue una flor escondida, que brotó, exhaló su fragancia, se marchitó y murió en la paz del monasterio. Nació en 1241. Alos 7 años ingresó en el monasterio de Hackeborn. Matilde se distinguió por su inteligencia, su aplicación al estudio, por su voz y dotes musicales. La enfermedad la obligó a guardar cama los últimos ocho años de su vida. Entonces empezó a relatar a sus confidentes las visiones y revelaciones con que había sido favorecida. A escondidas de ella las pusieron por escrito y cuando se lo dijeron, la enferma confirmó la exactitud de su contenido. Falleció el 19 de noviembre de 1299. Es un hermoso ejemplo de mística benedictina. 
Su espiritualidad presenta tres características revelantes: trinitaria, cristológica y eclesiológica.

GERTRUDIS la Magna. Nació el día de la Epifanía de 1256. Ignoramos el lugar, así como todo lo referente a su familia. A los 5 años ingresó en Helfta. Poseía un ingenio agudo, una memoria feliz, “llena de saber y de elocuencia, captaba con facilidad todas las cosas con viveza de espíritu y agudeza de inteligencia”, como decían su apologistas. A los 16 años profesó, seguramente “al principio vivió con mediocridad su vocación forzada”, sirviendo a Dios por deber, no por amor.
Pasaba por ser una buena monja, pero no todo marchaba bien en su vida. Gertrudis estaba descontenta de si misma. A los 25 años empezó la crisis (1280). El 27 de enero de 1281 vivió una experiencia en lo más profundo de su ser. Tuvo una gran visión : Jesús, joven, le mostró sus llagas…. Desde entonces se encontró pacificada por una alegría espiritual enteramente nueva. Un trastorno total se produce en su vida.
Gertrudis por su falta de salud sufría a menudo. Murió el 17 de noviembre del 1301 o del 1302.

Gertrudis escribió muchas obras interesantísimas, entre ellas sobresale el “Memorial”. El “Heraldo” es la vasta compilación de ellas: consta de un prólogo general y de cinco libros, .
Después de su muerte hubo dos siglos y medio de silencio, si bien su nombre no se había olvidado por completo. Pero en 1536, Gertrudis “resucitó”. Los cartujos de Colonia hicieron imprimir el Heraldo en su versión latina. Los espirituales de la época lo acogieron con gran interés. El número de traducciones en diferentes lenguas constituye el mejor testimonio del éxito tardío de la mística de Helfta.

Ya en el s. XX, la tradición gertrudiana no cesa. Se publican las obras de la santa en latín y en diversas lenguas modernas. Ello manifiesta la universalidad y la actualidad de su mensaje.

Hasta aquí, un poco de historia sobre el monacato femenino, en posteriores textos iremos ampliando como se presenta en la actualidad y connotaciones tiene para la vida espiritual, esperamos que os haya gustado y despertado al menos, vuestro interés.


FUENTES:

WIKIPEDIA:  es.wikipedia.org/wiki/Monacato_femenino
TEMAS SOBRE VIDA MONASTICA:  http://www.benedictinescat.com/montserrat/htmlfotos/vidJosHisMoncas.html








No hay comentarios:

Publicar un comentario