El espíritu del Templario lo llama constantemente hacia la Divinidad de Dios, el Templario tiene la capacidad de escuchar su propia intuición, observa y sigue las señales que llegan del Universo manteniendo su caminar Contemplativo en silencio y con profunda consciencia de poder recibir en su camino de ida y vuelta, purificación y evolución espiritual para desarrollar virtudes y sentimientos que deberá aplicar en su continuo caminar.
El Caballero Templario peregrino llegará a tocar su profundidad que voluntariamente ha escogido para que le sean revelados los misterios de esta gran filosofía, prestando atención a no retroceder se dejará llevar por la corriente de agua viva del Espíritu que le conceda el valor que necesita para recorrer y desarrollar el Camino de la iniciación que lo conducirá al Camino Estrellado, tomará conciencia con humildad de su naturaleza espiritual, y del lado oscuro y profundo de su ego.
El camino Sagrado iniciático para el Templario será vencer las pruebas y peligros sometiendose a las reglas establecidas en el sendero de Jano, sin caer en la prisión de sus propios egoismos, no será tanto el llegar a la meta sino llegar a la evolución espiritual y al conocimiento de la iluminación donde tendrá que descubrir su debilidad y su nada. El Templario, en su camino, caerá en el pozo profundo de su alma, lugar donde se ocultan y están encerradas las fuerzas del camino Sagrado que refuerzan el magnetismo de su busqueda, en ese lugar nadie lo rescatará, y esperará el perdón, la purificación del algua clara y viva de la fuente dejandose llevar por la corriente del Espíritu.
Su camino será largo, tendrá que atraversarlo a través de un complicado y tortuoso laberinto con mucha atención para no retroceder y no quedarse atrapado. Cuando llegue a la meta del camino, el Templario deberá estar solo y en sintonía con su espíritu para poder manejar más la sensibilidad que le manda su intuición, será consciente de la inteligencia del alma adquirida en el camino y del potente cambio que tendrá.
Su silencioso caminar será en completa meditación para poder oir en soledad la ninfa de su espiritualidad y poder dirigirla hacia los objetos que abrazan su camino de crecimiento y de transformación con el Divino. Él tendrá la capacidad transformadora y única de poder conectar son su propia esencia y con la grandeza del Universo. El Templario, en su búsqueda, deseará llegar al tesoro oculto para sentirse parte de un todo, pero tendrá que prestar mucha atención en el penúltimo paso para no retroceder, reconociendo perfectamente que cuando logre la meta deberá seguir caminando para que continúe fuyendo en su alma las energías del Universo.
Sor + Mari Sol Martín Fernández
Dama del Temple
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