Un antiquísimo martirologio sitúa el nacimiento de la cátedra
de Pedro exactamente el 22 de febrero. Esta fiesta litúrgica
ha sido señalada por la Iglesia como una maravillosa
oportunidad para hacer una memoria viva y actualizadora
del primero entre los apóstoles, Simón Pedro.
Simón, natural de Cafarnaún y pescador de oficio, se encontró
con Jesús en el ejercicio de su profesión: lo abandonó
todo, casa y padres, para seguir al Maestro de por vida. Su
personalidad, tan sencilla como simpática, emerge de manera
espontánea y clara en todo el relato evangélico. Jesús lo
eligió, más allá de sus méritos, ¡unto con los Doce, y entre éstos
lo eligió como el primero.
La celebración de hoy, con el símbolo de la cátedra, da un
gran relieve a la misión de maestro y pastor que Cristo
confirió a Pedro: sobre él, como sobre una piedra, fundó
Cristo su Iglesia.
Evangelio: Mateo 16,13-19
En aquel tiempo, 13 de camino hacia la región de Cesárea
de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
14 Ellos le contestaron:
-Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que Jeremías
o uno de los profetas.
15 Jesús les preguntó:
-Y vosotros ¿quién decís que soy yo?
16 Simón Pedro respondió:
-Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
17 Jesús le dijo:
-Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha
revelado ningún mortal, sino mi Padre, que está en los cielos.
18 Yo te digo: tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
iglesia, y el poder del abismo no la hará perecer. 19 Te daré las
llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedará
atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado
en el cielo.
En Pedro vemos la piedra elegida [...]. En Pedro hemosde reconocer a la Iglesia. En efecto, Cristo edificóla Iglesia no sobre un hombre, sino sobre la confesiónde Pedro. ¿Cuál fue la confesión de Pedro? «Tú eres elMesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Ésta es la piedra,éste es el fundamento, y es aquí donde fue edificada laIglesia, a la que no vencerán las puertas del infierno (</.Mt 16,18) [...]. He aquí aquel Pedro negador y amantenegador por debilidad humana, amante por gracia divina[...]. Fue interrogado sobre el amor y le fueron lonh.idas las ovejas de Cristo [...]. Cuando el Señor cmili.il>.i sus ovejas a Pedro, nos confiaba a nosotros. Cuando m >confiaba a Pedro, confiaba a la Iglesia sus miembros.Señor, encomienda, pues, tu Iglesia a tu Iglesia y tu Iglesia se encomienda a ti (Agustín de Hipona, Sermoni peri tempi liturgici, Milán 1994, pp. 371ss).
Portico del Paraiso-Catedral de Ourense-siglo XIII ARCO CENTRAL |
No hay comentarios:
Publicar un comentario