SERMON IV DEL ADVIENTO (TEXTO COMPLETO) |
SERMÓN CUARTO DEL ADVIENTO-SAN BERNARDO
SOBRE LOS DOS ADVIENTOS Y LAS ALAS PLATEADAS
......
Capítulo 2
Las auténticas riquezas no son las
propiedades; son las virtudes, ornato de la conciencia, que la hacen
eternamente rica. Sobre la gloria se expresa el Apóstol: Nuestra gloria
es el testimonio de nuestra conciencia. Nuestra verdadera gloria nos
viene del Espíritu de la verdad: Ese mismo Espíritu le asegura a nuestro
espíritu que somos hijos de Dios. Pero la gloria que los hombres se
granjean unos a otros no les despierta a la gloria, que viene sólo de
Dios. Su gloria es pura apariencia, porque los hombres son vanos.
Eres un insensato. Echas ganancias en
saco roto y dejas tu tesoro en la puerta del vecino. ¿No sabes que este
arca no se cierra y que ni siquiera tiene tranca? Bien lo saben aquellos
que no pierden de vista su tesoro ni lo confían a nadie. ¿Lo van a
conservar y a guardar para siempre? Ya vendrá el momento en que salgan
al descubierto los secretos del corazón, y todo lo que se haya
manifestado antes no hará acto de presencia. Por eso se apagan los
candiles de las muchachas necias ante el Señor que llega. Y como ya
habían recibido su recompensa, son ignoradas por el Señor. Por eso os
digo, amadísimos, que es preferible esconder que enseñar lo bueno que
podamos tener. Los mendigos, cuando piden limosna, no se visten con
ostentación, se quedan casi desnudos y muestran las llagas que tienen
para mover a compasión. El publicano tuvo en cuenta esta norma mucho más
que el fariseo; por eso bajó a su casa en paz con Dios, mucho más que
el otro.........
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