LOS DISCIPULOS DE JESUS DEN TESTIMONIO DE UNIDAD
Ciudad
del Vaticano, 17 septiembre 2012 (VIS).- El Patriarcado de Antioquia de
los Sirios en Charfet, cuya biblioteca es famosa por sus más de 3.000
manuscritos en lengua siria y árabe, fue sede del encuentro
ecuménico del Santo Padre con los patriarcas ortodoxos, los
representantes de las confesiones protestantes y los patriarcas
católicos del Líbano.
Después
de recibir el saludo del S. B. Ignace Youssif III Younan, patriarca de
Antioquia de los Sirios, el Papa agradeció la presencia de todos los
jefes de las diversas confesiones que representan “ la diversidad de la
Iglesia en Oriente”. “Mi pensamiento se dirige también -añadió- a la
Iglesia copta ortodoxa de Egipto y a la Iglesia etíope ortodoxa, que han
sufrido la pérdida de su Patriarca. Les aseguro mi fraterna cercanía y
oración”.
Benedicto
XVI quiso también “rendir homenaje al testimonio de fe que la Iglesia
Siríaca de Antioquía ha ofrecido a lo largo de su gloriosa historia,
testimonio de un amor ardiente a Cristo, que le ha permitido escribir,
hasta el día de hoy, páginas heroicas a causa de su fidelidad a la fe
hasta el martirio”, animándola a ser para todos los pueblos de la región
“un signo de la paz que viene de Dios y una luz que enciende su
esperanza. Extiendo estas palabras de aliento a todas las Iglesias y
Comunidades eclesiales presentes en esta región”.
“Nuestro
encuentro de esta tarde -señalaba el pontífice- es un signo elocuente de
nuestro deseo profundo de responder a la llamada del Señor Jesús, 'que
todos sean uno'.En estos tiempos inestables y proclives a la violencia,
que experimenta vuestra región, es todavía más urgente que los
discípulos de Cristo den un testimonio auténtico de su unidad, para que
el mundo crea en su mensaje de amor, paz y reconciliación. Es un mensaje
que todos los cristianos, y nosotros en particular, tenemos la misión
de transmitir al mundo, y que adquiere un valor inestimable en el
contexto actual de Oriente Medio.”.
“Trabajemos
sin descanso para que nuestro amor por Cristo nos conduzca paso a paso
hacia la plena comunión entre nosotros. Para ello, debemos, por la
oración y el compromiso común, volver sin cesar a nuestro único Señor y
Salvador. Pues, como he escrito en la Exhortación apostólica 'Ecclesia
in Medio Oriente', que he tenido el gozo de entregaros, 'Jesús une a
quienes creen en él y le aman, entregándoles el Espíritu de su Padre,
así como el de María, su madre'.
El
Papa concluyó confiando a la Virgen María los miembros de las diversas
Iglesias y comunidades. “Que ella suplique por nosotros ante su Divino
Hijo, para que nos veamos libres de todo mal y violencia y para que esta
región de Oriente Medio conozca al fin el tiempo de la reconciliación y
la paz. Que las palabras de Jesús que he citado con frecuencia en este
viaje, سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy) sean para todos nosotros el signo
común que daremos en el nombre de Cristo a los pueblos de esta amada
región, que anhela con impaciencia la realización de este anuncio”.
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