LA CARIDAD COMO MARCO DE AYUDA ,SERVICIO Y DE AMOR A LOS DEMÁS.

Muy dificilmente, se puede analizar con objetividad, lo que significa la CARIDAD en la Iglesia y más si cabe en  cualquier vocálía de una cofradía o asociacion u ONG.

Todos se nos viene a la memoria esos gestos puntuales de dar un donativo o recaudar fondos o hacer un acto puntual en un momento determinado.

Pero la caridad es mucho más. Quizás no se entiende  por haberse desvirtuado y de no haber sabido llegar a las personas su verdadera magnitud.

La Caridad como yo la entiendo y desde la SOET/HISPANIA se entiende, al margen y a la vez contando con  la definición que nuestra Santa Madre Iglesia hace de ella, es ante todo un SERVICIO.

Un servicio con unos objetivos, una metodología y una manera concreta de actuar:

SERVICIO A LOS DEMÁS. Debemos olvidarnos de ejercerla como una manera de aliviar nuestra conciencia. No es ese el objetivo, su finalidad concreta es llevar el bién a la otra persona en el marco del AMOR que Dios nos llama a ejercer hacia los demás. Pero para llevar el bien significa  tener presente las necesidades de la persona o personas hacia las cuales vamos a actuar, implica ponerte en el lugar del otro, y practicar algo tan sencillo como es el EVANGELIO: LLEVAR A LA REALIDAD LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO.

No olvidemos que el Templario se rige por dos elementos esenciales: EVANGELIO Y REGLA y asume los dogmas, las directrices y obedece a la Iglesia de la que ha jurado obedecer y acatar.

  Todos podemos llevar ese servicio a los demás de forma continua: en nuestro trabajo, en la escuela, en casa, con nuestros amigos o familiares; ante alguien que tiene un problema o también de forma mas organizada, ejerciendo el voluntariado en cualquier ONG  o asociación.

 Implica  además una VOCACIÓN y el sentimiento de SOLIDARIDAD. Vocación porque nace de dentro de la persona, una necesidad de amar y de practicar el  BIEN COMÚN dejando aparte, muchas veces los propios intereses. Es una labor solidaria en virtud que pensamos en los demás como un objetivo prioritario, de respeto por la propia dignidad humana y el deseo de suplir sus carencias, sus injusticias y sus problemas; de mitigarlas y en lo que se pueda solucionarlas y no dejarnos vencer por la impotencia, porque muchas veces cuando se valora o se estudia las necesidades para realizar una determinada accion, a veces como digo la magnitud del problema es tan grande que como personas que sienten los problemas de los demás, podemos  caer en la desesperacion, en la tristeza y la caridad hay que ejercerla con paciencia, calma, objetividad y saber hasta donde podemos llegar.

Además, aparte de las caracteristicas que ya he mencionado, no podemos olvidarnos de su PAPEL EVANGELIZADOR: ejercer la caridad implica mostrar el amor de Dios y de Cristo hacias los demás sin discriminación, por eso también  es UNIVERSAL:

"Un precepto nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, así también amaos mutuamente. En esto conocerán todos que sois mis discípulos: Si tenéis caridad unos para con otros". Jn 13, 34-35.

"Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; que si haces esto, harás que se sonroje. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien". San Pablo carta 12 a los romanos, vs. 20,21.

"Pero por encima de todo esto, vestíos de la caridad, que es vínculo de perfección". Col 4, 14.

"Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano a quien ve, no es posible que ame a Dios a quien no ve. Y nosotros tenemos de El este precepto: que quien ama a Dios, ame también a su hermano". I Jn 4, 20-21.

"La caridad es paciente, es benigna; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se hincha; no es descortés, no es interesada, no se irrita, no piensa mal, no se alegra de la injusticia, se complace de la verdad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera". I Cor 13, 4.

 

Desde nuestro Gran Priorato se organizan y se organizarán  diferentes actos de caridad o benéficos, orientados a este fin, otros que ya se ejercen a título personal de sus miembros, de manera silenciosa, con prudencia y con responsabilidad, porque el bién o la lucha contra la injusticia  tiene de por sí la recompensa de llevar una sonrisa, esperanza y amor al prójimo que es definitiva, lo que Dios nos manda y lo que Cristo nos enseña.

Ejerzamos la caridad, ejerzamos el amor a los demás y la gratuitidad sin esperar nada a cambio porque lo que damos es amor y lo que recibimos es amor: el amor de Dios manifestado a traves de nuestros actos.

Que el Señor nos guíe y nos aliente en nuestra labor diaria.....

Un abrazo fraternal a todos.

Sor + Isabel María Pérez Moreno.
Dama del Temple