Ciudad
del Vaticano, 1 septiembre 2012 (VIS).-Benedicto XVI ha enviado un
telegrama de pésame al cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán
(Italia) por el fallecimiento, ayer a los 85 años, del cardenal Carlo
Maria Martini S.I, arzobispo emérito de esa archidiócesis.
“Recibo
con tristeza -escribe el Papa- la noticia de la muerte del cardenal
Carlo Maria Martini, tras una larga enfermedad, vivida con serenidad de
ánimo y con abandono confiado a la voluntad del Señor. Quiero
expresarle, al igual que a toda la comunidad diocesana y a los
familiares del llorado cardenal, mi profunda participación en su dolor,
pensando con afecto en este querido hermano que ha servido generosamente
al Evangelio y a la Iglesia. Recuerdo con gratitud su intensa obra
apostólica difundida como entregado religioso, hijo espiritual de San
Ignacio, experto docente, acreditado biblista y apreciado rector de la
Universidad Pontificia Gregoriana y del Instituto Pontificio Bíblico e,
igualmente, como solícito y sabio arzobispo de esta archidiócesis
ambrosiana. Pienso también en el competente y ferviente servicio que
rindió a la Palabra de Dios, abriendo cada vez más a la comunidad
eclesial los tesoros de la Sagrada Escritura, especialmente mediante la
promoción de la 'lectio divina'. Elevo fervientes oraciones al Señor
para que, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, acoja a
este fiel servidor e insigne pastor en la Jerusalén celeste e imparto de
todo corazón a cuantos lloran su pérdida la consoladora bendición
apostólica”.
De
igual modo, el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, ha
enviado un telegrama al cardenal Scola en el que manifiesta, en su
nombre, en el de la Secretaría de Estado y en el de la entera Curia
Romana, el profundo pésame por la muerte del purpurado que “testimonió y
enseñó el primado de la vida espiritual y al mismo tiempo la escucha
atenta del ser humano en sus diversas condiciones existenciales y
sociales”. El Secretario de Estado recuerda al cardenal Martini como
“experto y apasionado de la Sagrada Escritura, que supo dar a conocer y
meditar a todos los componentes del Pueblo de Dios y a tantas personas
en busca de la verdad”.
El cardenal italiano Carlo Maria Martini, exponente del ala progresista de la Iglesia católica, falleció a los 85 años de edad, como consecuencia de la enfermedad de Parkinson que padecía desde 1996, según informó el arzobispado de Milán.
En 1979 el papa Juan Pablo II lo nombró titular de la archidiócesis de Milán, la más grande de Europa y una de las mayores del mundo, y el 2 de febrero de 1983 fue nombrado cardenal por el pontífice.
Desde la sede milanesa, Carlo Maria Martini potenció el diálogo entre ateos y creyentes, fomentó el diálogo entre distintas religiones y fue un viajero incansable.
El estado de Martini se agravó la pasada noche, tras lo que su sucesor en la archidiócesis de Milán, el cardenal Angelo Scola, pidió a todos los fieles que rezaran por él y que expresaran muestras de afecto y cercanía.
El neurólogo Gianni Pezzoli, que se encargaba de seguir la evolución médica del cardenal Martini, explicó a los medios de comunicación italianos que, tras la última crisis sufrida a mediados de agosto, el religioso, que había rechazado el "ensañamiento terapéutico", no podía ingerir alimentos sólidos ni líquidos, pero que había permanecido lúcido hasta el último momento.
.La capilla ardiente de Martini se instalará a partir del mediodía del sábado en la catedral de Milán, donde el lunes se celebrará el funeral.
Martini transcurrió sus últimos años en el Intituto Filosófico Aloisianum, un centro europeo de formación de la Compañía de Jesús, situado en la localidad lombarda de Gallarate, donde hoy falleció.
El cardenal se trasladó a esta institución después de su regreso a Italia en 2008, tras haber pasado seis años en Jerusalén, donde se dedicó sobre todo a sus estudios bíblicos.
Hace unos meses fue publicado en Italia el libro "Credere e conoscere" (creer y conocer) que recogía las reflexiones de Martini en varias conversaciones con el cirujano y senador del Partido Democrático (PD) Ignazio Marino, en las que abordaba temas delicados para la Iglesia como el inicio de la vida humana, la fecundación artificial, la donación de embriones y la homosexualidad.
Nacido el 15 de febrero de 1927 en la localidad piamontesa de Orbassano (norte de Italia), sacerdote jesuita, cardenal y ex arzobispo de Milán, Martini fue reconocido en el año 2000 con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.
En 1979 el papa Juan Pablo II lo nombró titular de la archidiócesis de Milán, la más grande de Europa y una de las mayores del mundo, y el 2 de febrero de 1983 fue nombrado cardenal por el pontífice.
Desde la sede milanesa, Carlo Maria Martini potenció el diálogo entre ateos y creyentes, fomentó el diálogo entre distintas religiones y fue un viajero incansable.
El estado de Martini se agravó la pasada noche, tras lo que su sucesor en la archidiócesis de Milán, el cardenal Angelo Scola, pidió a todos los fieles que rezaran por él y que expresaran muestras de afecto y cercanía.
El neurólogo Gianni Pezzoli, que se encargaba de seguir la evolución médica del cardenal Martini, explicó a los medios de comunicación italianos que, tras la última crisis sufrida a mediados de agosto, el religioso, que había rechazado el "ensañamiento terapéutico", no podía ingerir alimentos sólidos ni líquidos, pero que había permanecido lúcido hasta el último momento.
.La capilla ardiente de Martini se instalará a partir del mediodía del sábado en la catedral de Milán, donde el lunes se celebrará el funeral.
Martini transcurrió sus últimos años en el Intituto Filosófico Aloisianum, un centro europeo de formación de la Compañía de Jesús, situado en la localidad lombarda de Gallarate, donde hoy falleció.
El cardenal se trasladó a esta institución después de su regreso a Italia en 2008, tras haber pasado seis años en Jerusalén, donde se dedicó sobre todo a sus estudios bíblicos.
Hace unos meses fue publicado en Italia el libro "Credere e conoscere" (creer y conocer) que recogía las reflexiones de Martini en varias conversaciones con el cirujano y senador del Partido Democrático (PD) Ignazio Marino, en las que abordaba temas delicados para la Iglesia como el inicio de la vida humana, la fecundación artificial, la donación de embriones y la homosexualidad.
El Gran Priorato Español de Santa Maria se une al dolor de la familia y expresa su más sentido pésame. Que el Señor le acoga en su seno, otorgue consuelo a la familia.....DESCANSE EN PAZ.....
Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mi no morirá para siempre.
Juan 11:25
FUENTES: oficina de prensa de la santa sede/ AGENCIA EFE
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