Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


WEB OFICIAL DE LA ORDEN

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Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

jueves, 28 de febrero de 2013

JORNADA DE FIN SEMANA

La llamada del templario, del servidor de Dios como espada contra el mal, ajuste de la injusticia es un camino que debe recorrerse a lo largo de toda la vida, de cualquier dama o caballero que asi mismo se identifica como tal.
A eso le obliga su condición y su compromiso con la Orden, con la comunidad a la que pertenece y a la que ha jurado lealtad, sacrificio, honor...
Este fin de semana el  Gran Priorato Español  de Santa María 
- Pobres caballeros de Cristo- programa una serie de actos en el que coincidiendo  con este tiempo de cuaresma, debe servir para el encuentro, para el  recogimiento, la oración, la fraternidad y el deseo de renovar la Fe en sí mismos, y para rearfirmar su Fe en la Iglesia a la que sirve.
No es a nosotros a quien servimos,
no es al propio interés, al propio ego, si no a la fraternidad entre nosotros y el servicio al Señor.
Sirva estas palabras como  ejemplo de vida para todos nosotros:


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
 

Quien sabe olvidarse y perderse en la ofrenda de sí mismo, quien puede sacrificar "gratuitamente" su corazón, es un hombre perfecto. En el lenguaje bíblico, poderse dar, poder entregarse, poder llegar a ser "pobre", significa estar cerca de Dios, encontrar la propia vida escondida en Dios; en una palabra, esto es el cielo. Girar sólo alrededor de uno mismo, atrincherarse y hacerse fuerte significa, por el contrario, condenación, infierno. El hombre puede encontrarse a sí mismo y llegar a ser verdaderamente hombre solamente atravesando el dintel de la pobreza de un corazón sacrificado. Este sacrificio no es un vago misticismo que hace perder consistencia al mundo y al hombre, sino, al contrario, es una toma de consideración del hombre y del mundo. Dios mismo se ha acercado a nosotros como hermano, como prójimo; en resumen, como otro hombre cualquiera [...].
El amor al prójimo no es algo distinto del amor a Dios, sino, por así decir, su dimensión que nos toca, su aspecto terreno: ambas realidades son esencialmente una sola. Así queda garantizado nuestro espíritu de pobreza, nuestra disposición a la donación y al sacrificio desinteresado, por el que actualizamos nuestro ser humanos, siempre y necesariamente en relación con el hermano, con el prójimo. Dichoso el hombre que se ha puesto al servicio del hermano, que hace suyas las necesidades de los demás. Y desdichado el hombre que con su rechazo egoísta del hermano se ha cavado un abismo tenebroso que lo separa de la luz, del amor y de la comunión; el hombre que solamente ha deseado ser "rico" y "fuerte", de suerte que los demás sólo constituyan para él una tentación, el enemigo, condición y componente de su infierno. En el sacrificio que se olvida totalmente de sí, en la donación total al otro es donde se abre y se revela la profundidad del misterio infinito; en el otro, el hombre llega contemporáneamente y realmente a Dios (J. B. Metz, Povertá nello spirito. Meditazioni teologiche, Brescia 1968, 42-45, passim).
...........
 Su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta al mediodía. Caerán a tu izquierda mil, y diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará.....

salmo (91)90
 



Marzo 2013

lunes, 25 de febrero de 2013

ÚLTIMO ANGELUS DE BENEDICTO XVI: EL SEÑOR ME LLAMA A DEDICARME TODAVÍA MAS A LA ORACIÓN, PERO NO ABANDONO LA IGLESIA

Ciudad del Vaticano, 24 febrero 2013 (VIS).-Más de doscientas mil personas han asistido esta mañana al último ángelus del pontificado de Benedicto XVI. En los alrededores de la Plaza de San Pedro, estaban instaladas cuatro pantallas gigantes para que los fieles que no cabían en la plaza pudieran ver al Papa asomarse a la ventana de su estudio poco antes de mediodía.
El Santo Padre ha sido recibido con un gran aplauso y, antes de empezar su breve meditación, ha correspondido diciendo : “Gracias, muchas gracias”. Después, ha comentado el evangelio de esta segundo domingo de Cuaresma: el relato de la Transfiguración del Señor.
“El evangelista Lucas - ha dicho- pone especial atención al hecho de que Jesús se transfiguró mientras oraba: la suya es una experiencia profunda de relación con el Padre en una suerte de retiro espiritual que vive en un monte alto en compañía de Pedro, Santiago y Juan, los tres discípulos siempre presentes en los momentos de la manifestación divina del Maestro. El Señor, que poco antes había predicho su muerte y resurrección, ofrece a sus discípulos una anticipación de su gloria. Y también en la Transfiguración, como en el bautismo, se oye la voz del Padre celestial: "Este es mi Hijo, el elegido, escuchadle" . La presencia de Moisés y Elías, que representan la Ley y los Profetas de la Antigua Alianza, es muy significativa: toda la historia de la Alianza se orienta hacia Él, el Cristo, que lleva a cabo un nuevo "éxodo": no hacia la tierra prometida como en los tiempos de Moisés, sino hacia el Cielo. La intervención de Pedro: "Maestro, que bien estamos aquí" representa el intento imposible de detener esta experiencia mística. San Agustín dice: "Pedro... en la montaña tenía a Cristo como alimento del alma. ¿Por qué iba a bajar para volver a los trabajos y a los dolores, mientras allí estaba lleno de sentimientos de amor santo hacia Dios y que, por lo tanto, le inspiraban una conducta santa? “.
“Si meditamos en este pasaje del Evangelio - ha proseguido- notamos una enseñanza muy importante. En primer lugar, la primacía de la oración, sin la cual todo el compromiso del apostolado y de la caridad se reduce a activismo. En Cuaresma, aprendemos a dar su debido tiempo a la oración, tanto personal como comunitaria, que da aliento a nuestra vida espiritual. Además, la oración no es aislarse del mundo y de sus contradicciones, como en el Tabor hubiera querido hacer Pedro; al contrario, la oración reconduce al camino, a la acción. “La existencia cristiana -como he escrito en el Mensaje para esta Cuaresma- consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios”.
“Esta Palabra de Dios la siento especialmente dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me ha llamado a "subir al monte", para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar la Iglesia; en efecto, si Dios me pide esto es sólo para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con que he intentado hacerlo hasta ahora, pero de una manera más adecuada para mi edad y para mis fuerzas. Invoquemos la intercesión de la Virgen María: !Que nos ayude a seguir siempre al Señor Jesús en la oración y en la caridad laboriosa!”.
Después de rezar el Ángelus, en los saludos en las diversas lenguas, el Papa ha dado nuevamente las gracias a todos por haberle manifestado en estos días su cercanía y tenerlo presente en sus oraciones y ha añadido: “Demos también gracias a Dios por este sol que tenemos hoy”, ya que en Roma, contrariamente a lo previsto, no llovía.
Después, dirigiéndose a los peregrinos polacos ha reafirmado que en el monte Tabor, Cristo “reveló a sus discípulos el esplendor de su divinidad, dándoles la certeza de que , a través del sufrimiento y la cruz se puede alcanzar la resurrección. Tenemos que percibir siempre su presencia, su gloria y su divinidad en la vida de la Iglesia, en la contemplación y en los acontecimientos de todos los días”.
Al final, hablando a los numerosos italianos procedentes de diversas diócesis de la península, se ha despedido diciendo: “Gracias, de nuevo. Siempre estaremos cerca en la oración”.
 Si Dios me pide esto, es justamente para que yo pueda continuar sirviéndola con la misma entrega y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de una manera más adecuada a mi edad y a mis fuerzas

EL GRAN CANON DE SAN ANDRÉS DE CRETA


La Cuaresma comienza con el Gran Canon Penitencial de San Andrés de Creta. Escrito en el siglo séptimo por uno de los himnógrafos más insignes de la Iglesia, este canon es la expresión más pura del arrepentimiento. El autor contempla la historia de la salvación narrada en el Antiguo y el Nuevo Testamento y aplica sus imágenes al estado de su alma pecaminosa.
Es un lamento largo y patético del cristiano que redescubre cuánto Dios le ha amado, cuánto ha hecho por él y lo poco
que el hombre ha correspondido al amor y a los beneficios
de Dios.
Es la verdadera introducción a la Cuaresma, establece su tono y espíritu y, desde el principio, nos da la verdadera dimensión del arrepentimiento.




viernes, 22 de febrero de 2013

CATEDRA DE SAN PEDRO - 22 DE FEBRERO




Un antiquísimo martirologio sitúa el nacimiento de la cátedra
de Pedro exactamente el 22 de febrero. Esta fiesta litúrgica
ha sido señalada por la Iglesia como una maravillosa
oportunidad para hacer una memoria viva y actualizadora
del primero entre los apóstoles, Simón Pedro.
Simón, natural de Cafarnaún y pescador de oficio, se encontró
con Jesús en el ejercicio de su profesión: lo abandonó
todo, casa y padres, para seguir al Maestro de por vida. Su
personalidad, tan sencilla como simpática, emerge de manera
espontánea y clara en todo el relato evangélico. Jesús lo
eligió, más allá de sus méritos, ¡unto con los Doce, y entre éstos
lo eligió como el primero.
La celebración de hoy, con el símbolo de la cátedra, da un
gran relieve a la misión de maestro y pastor que Cristo
confirió a Pedro: sobre él, como sobre una piedra, fundó
Cristo su Iglesia.



Evangelio: Mateo 16,13-19
En aquel tiempo, 13 de camino hacia la región de Cesárea
de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
14 Ellos le contestaron:
-Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que Jeremías
o uno de los profetas.
15 Jesús les preguntó:
-Y vosotros ¿quién decís que soy yo?
16 Simón Pedro respondió:
-Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
17 Jesús le dijo:
-Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha
revelado ningún mortal, sino mi Padre, que está en los cielos.
18 Yo te digo: tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
iglesia, y el poder del abismo no la hará perecer. 19 Te daré las
llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedará
atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado
en el cielo.

En Pedro vemos la piedra elegida [...]. En Pedro hemos
de reconocer a la Iglesia. En efecto, Cristo edificó
la Iglesia no sobre un hombre, sino sobre la confesión
de Pedro. ¿Cuál fue la confesión de Pedro? «Tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Ésta es la piedra,
éste es el fundamento, y es aquí donde fue edificada la
Iglesia, a la que no vencerán las puertas del infierno (</.
Mt 16,18) [...]. He aquí aquel Pedro negador y amante
negador por debilidad humana, amante por gracia divina
[...]. Fue interrogado sobre el amor y le fueron lonh.i
das las ovejas de Cristo [...]. Cuando el Señor cmili.il>.i sus ovejas a Pedro, nos confiaba a nosotros. Cuando m >confiaba a Pedro, confiaba a la Iglesia sus miembros.
Señor, encomienda, pues, tu Iglesia a tu Iglesia y tu Iglesia se encomienda a ti (Agustín de Hipona, Sermoni peri tempi liturgici, Milán 1994, pp. 371ss).


Portico del Paraiso-Catedral de Ourense-siglo XIII ARCO CENTRAL

martes, 19 de febrero de 2013

EXIGENCIA MORAL

 
Una de las afirmaciones de nuestra fe, es que la Culpa puede perdonarse y superarse,así, la Biblia asevera que el mundo no procede del Pecado, sino de la Palabra y el Espiritu de DIOS.No tiene nada de extraño que, fuera del cristianismo,la idea de que las culpas pueden ser perdonadas y hasta desaparezcan, está muy lejos de ser evidente, así, como es lógico que este perdón no llegue de forma automática y solo por nuestra conducta, es aquí donde - tropezamos- con el perdón de Dios,dándonos de bruces con la Conversión,es decir,hemos de tomar la dirección contraria ante un hecho negativo, es por esto que podemos distinguir tres formas de actos individuales:conocimiento,arrepentimiento y reparacion.Mediante el CONOCIMIENTO,la persona es conocedora de la injusticia y las acciones que realiza,por tanto, nos sentimos culpables.Para justificar esa culpabilidad se ha de tener,al mínimo,conocimiento de maldad o falsedad del hecho o hechos,eso sí, en el momento de la comisión del hecho,este sentimiento queda apartado porque en ese instante son justificadas y-o deseadas,aclaro,se tiene conciencia del mal,pero no se toma en cuenta; el auténtico conocimiento viene cuando nos damos cuenta del daño causado y, la -insensatez-.Con el conocimiento y reconocimiento de la culpa, se da el primer paso para superar el mal hecho. 
ARREPENTIMIENTO: no solo se reconoce la culpa, sino que se rechaza la injusticia cometida que, como es evidente provoca sentimientos de rechazo instintivo,verse ruin, inferior,pero, en estas actituden no consiste el arrepentimiento auténtico,solo se consigue cuando se toma una actitud positiva frente al mal causado,es decir, - coger el toro por los cuernos -, así nos damos cuenta que, los valores que tomábamos como referencia,eran o son erróneos.En resúmen, en el arrepentimiento, el Hombre se enfrenta Consigo; item más,a aquel, lo podemos catalogar de dos tipos: Imperfecto,cuando brota del miedo y la angustia y, Perfecto,cuando no nos miramos el ombligo y se centra total y enteramente hacia los demás.Este es el contrapolo el pecado,que sería buscarse así mismo y cerrarse a los demás,según Lutero: -homo curvatus in sepsum -( se curva en si mismo ).  
REPARACION. Es la clave de la sinceridad del arrepentimiento.Cuando alquien que ha hecho daño, no pone en práctica elementos de compensación,aquél -arreptto -, es poco fiable.Nadie puede ( porque no somos dueños ) devolver el tiempo del daño ni un segundo aunque nos perdonen y/o perdonemos. RASGAD VUESTROS CORAZONES Y NO VUESTROS VESTIDOS.( Ji 2-13 ).La verdadera penitencia consiste en: CORREGIR ACTITUDES CERRADAS Y DESVIACIONES,abriéndose a los demás.
Non Nobis.Semper Fidelis
Frey + José Antonio Moya
Caballero del Temple

jueves, 14 de febrero de 2013

PREGON DE CUARESMA


01 pregon cuaresma from rezmo


Hay algo  que en cada Cuaresma recordamos y es el camino al interior, a la conciencia, a la vida nueva ...a la conversión....El camino de la esperanza, de quitar nuestros miedos, y seguir el camino que El trazó
Que esta Cuaresma sea de Paz, sentimiento, armonía, equilibrio, oración y búsqueda de nosotros mismos.....y la búsqueda de Cristo en nuestros corazón.

martes, 12 de febrero de 2013

TIEMPO DE CUARESMA


La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el MIERCOLES DE CENIZA y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

Tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús y  también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

En definitiva, nos invita a vivir como verdaderos cristianos, ¿Y no es mayor el reto para un caballero/dama del Templo, que vivir conforme a la Regla, y conforme a la ley de Dios?

Hermanos, ya lo dice el Evangelio: 

“Convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15).

La conversión es la condición para entrar, recibir, y acoger a Dios y a su Reino. Implica un cambio de camino, de mentalidad, de forma de vivir, de pensar, de creer, de amar. Envuelve y transforma todas las dimensiones de la vida. La conversión es, fundamentalmente, un cambio de actitud que nace de adentro y
se expresa en la vida concreta, viviendo según la escala de valores y las opciones del Reino. Quien se convierte no puede seguir viviendo de la misma manera que antes; si su vida no transparenta ese cambio, la conversión no existe, es una farsa.
Sor +Isabel Mª PérezMoreno
Dama del Temple

lunes, 11 de febrero de 2013

BENEDICTO XVI RENUNCIA AL PONTIFICADO POR SU "EDAD AVANZADA"

 Benedicto XVI ha explicado que la decisión ha sido muy meditada y que la ha tomado por el bien de la Iglesia debido a su «edad avanzada». Habrá nuevo cónclave en febrero
 AGENCIA EFE

La sorpresa fue total. En el encuentro con los cardenales para anunciar la canonización de 800 mártires de Otranto, una religiosa colombiana y otra mexicana, Benedicto XVI anunció este lunes su propia renuncia. Para la elección de nuevo Papa tendrá que haber un nuevo cónclave en febrero.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha asegurado: «Nosotros le hemos ntado cansancio en los ultimos años».
Benedicto XVI anunció la renuncia con estas palabras:
Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.
Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero 2013.
BENEDICTUS PP XVI

domingo, 10 de febrero de 2013

EL AMOR DE CRISTO POR NOSOTROS


 Al escribir o hablar sobre el Santísimo Sa­cramento, verdadero corazón y foco de toda la vida cristiana, conviene evitar dos extre­mos. Por una parte, no debemos rebajar el gran misterio sacramental al nivel de un mero sentimentalismo por un abuso de imagina­ción piadosa, y, de otro lado, no hemos de estudiar el misterio con tales abstracciones puramente teológicas, que olvidemos que se trata del gran sacramento del amor de Dios por nosotros. De ambos extremos nos salva la sencillez de los Evangelios.

Los Evangelios nos cuentan los más subli­mes misterios de nuestra fe en términos concretos y fáciles de entender para cualquier in­teligencia. De los cuatro evangelistas, ningu­no ha dado a las más altas verdades revela­das una encarnación más concreta que San Juan, el autor del cuarto Evangelio. El dis­cípulo a quien Jesús amó abre su relato de la última Cena y de la Pasión con estas pa­labras hondamente conmovedoras: “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo  amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn. 13, 1). Y de estas palabras se deduce con inmediata claridad que el sacra­mento y el sacrificio de la Eucaristía instituidos por Jesús en la última Cena, son, lo mis­mo que la Pasión y Resurrección que ellos perpetúan hasta el fin de los tiempos, la en­carnación inefablemente perfecta de su amor por nosotros.

La vida cristiana no es otra cosa que Cristo viviendo en nosotros por el Espíritu Santo. Es el amor de Cristo, compartiéndose con nosotros en la caridad. Es Cristo en nosotros, amando al Padre por el Espíritu. Es Cristo uniéndonos a nuestros hermanos por la cari­dad con el vínculo del mismo Espíritu.

Jesús expresó frecuentemente su deseo de compartir con nosotros el misterio de su vida divina. Él dijo que había venido para que tu­viéramos vida y la tuviéramos abundante (Jn. 10, 10). Vino a arrojar, como un fuego, esa vida de caridad sobre el mundo, y desea­ba verlo ardiendo. Deseaba, sobre todo, po­der sufrir el “Bautismo” de su Pasión y muer­te, porque sabía que sólo así sería capaz de incorporarnos a su misterio y hacernos, con Él, hijos de Dios. No es maravilla, pues, que dijese que estaba “constreñido”, es decir, que se sentía como atado y confinado, como un prisionero en sus cadenas, hasta que su bau­tismo se cumpliese. Su infinita caridad, apri­sionada en su sagrado Corazón, anhelaba romper su confinamiento y comunicarse a la humanidad, pues, en cuanto Dios, Él es bon­dad sustancial, y la naturaleza misma del bien es la de ser difusivo de sí mismo.

Por eso la Iglesia, en su liturgia, continúa aplicando a Cristo en la Santa Eucaristía aque­llas palabras que Jesús dirigió a los hombres dolientes de su tiempo: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt. 11, 28). Porque, en la Eucaristía, el Cristo de la última Cena todavía parte el pan con sus discípulos, todavía lava sus pies para mostrarles que, si Él no se abaja y les sirve, no tendrán parte en Él (Jn. 13, 8). En la Eucaristía, todavía bendice el sagrado cáliz y se lo ofrece a aquellos que ama. Sólo hay una diferencia. En la última Cena, Cristo aún no ha padecido muerte y resucitado. Ahora, en nuestra misa diaria, el Cristo que entra silenciosa e invisiblemente para presentarse en medio de sus discípulos es el Cristo que se sienta gloriosamente a la diestra del Padre en los cielos. Es Cristo Rey inmortal y Conquistador. Es el Cristo que, habiendo muerto una vez por nosotros, «ya no muere más» (Rom., 6, 9). Al mismo tiempo, llega hasta nosotros con toda la sencillez, pobreza y oscuridad que, en los Evangelios, hemos aprendido a asociar con su Encarnación.
Al resucitar de entre los muertos, Jesús no perdió nada de su humanidad. Al descender gloriosamente hasta el inaccesible misterio de su divinidad, su trono, no cesó de amarnos con la misma humana ternura y perfección que San Juan describe en tres sencillas palabras: «hasta el fin». La Santa Eucaristía nos descubre las profundidades del significado que contienen estas tres palabras.

Al decir que Jesús amó a los suyos «hasta el fin», el evangelista no nos dice simplemen­te que Nuestro Salvador nos amó hasta el término de su vida en la tierra, que nos amó tanto, que murió por nosotros. Jesús dijo: «Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos.» (Jn., 15, 13). Y, sin embargo, Jesús mismo ha hecho más que dar su vida por nosotros. Nos ha amado con un amor que no puede ser confinado en los lími­tes corrientes de la vida humana. Al darnos la Eucaristía como un «memorial» de su pasión, muerte y resurrección, ha hecho presente, para todos los tiempos, el amor que le hizo morir por nosotros. Más aún, ha hecho que la Pasión misma esté presente en el misterio. Y Él mismo, que nos conocía y nos veía con su divina presencia cuando bendecía el pan en el Cenáculo y cuando tomó su Cruz, quiere estar sustancialmente presente en la Eucaristía, para conocernos y amarnos, para compartir sacramentalmente con nosotros su presencia y su amor hasta el fin de los tiempos.

Ahora bien, este deseo de Cristo fue mu­cho más que una expresión de la más pura ternura humana. Su permanencia con nosotros en la Eucaristía no es sólo un gesto de apasionado amor. Su obra divina quedó objetivamente cumplida cuando expiró su alma en la Cruz. Pero, como Él dijo por boca del Salmista (Sal., 15, 10) no tendría valor su sangre si se corrompiese en el sepulcro. Se santi­ficó a Sí mismo (Jn.,17, 19) para que nos­otros podamos ser “santificados por la ver­dad” (Ídem). Si viene hasta nosotros en el Santísimo Sacramento, viene a realizar una obra, no en Sí mismo, sino en nosotros. ¿Cuál es esta obra? Dice Juan, en el gran capítulo eucarístico del Cuarto Evangelio: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.» (Jn., 6, 29). Si conocemos los Evan­gelios, nos percataremos de que la palabra ((creáis)) implica aquí mucho más que un simple asentimiento intelectual a la verdad re­velada. Significa la sincera aceptación no sólo del mensaje evangélico, sino de la persona misma de Cristo. Significa hacer las obras de Cristo, pues “el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago” (Jn., 14, 12). Significa amar a Cristo y, en virtud de este amor, recibir el Espíritu de Cristo en nues­tros corazones. Significa guardar sus manda­mientos, y especialmente el amor de unos a otros (Jn., 14, 21). Significa darse cuenta de que Cristo está en el Padre, y nosotros en Cristo y Cristo en nosotros (Jn., 14, 20).
En una palabra, la obra de Cristo en el mundo, a través de la acción de su Espíritu, a través de su Iglesia, y a través de sus santos sacramentos, es la obra de nuestra incor­poración y transformación en Él mismo por la caridad. Esta es la obra por excelencia de la Santa Eucaristía.

Ahora bien, al recibir los sacramentos, lo primero que se necesita es, naturalmente, que creamos en Cristo, el cual nos santifica a tra­vés de los sacramentos. Debemos ser bautizadas como cristianos. Debemos vivir de acuer­do con las promesas bautismales y renunciar al pecado. Debemos consagrarnos a Dios y a su divina caridad. Debemos vivir desintere­sadamente, esto es, hemos de buscar nuestra realización en el amor a Dios y a nuestro pró­jimo. Pero a fin de que los sacramentos pro­duzcan en nosotros su efecto plenario, a fin, sobre todo, de que nuestra vida eucarística sea realmente una vida y no una pura formalidad externa, hemos de esforzarnos por aumentar no sólo nuestra apreciación del misterio sacra­mental, sino también nuestra comprensión del amor de Cristo que está presente y actúa sobre nosotros en el Sacramento.

  Estas dos cosas son, simplemente, dos as­pectos distintos de la misma cosa: el amor de Cristo por nosotros. Por otra parte, la maravillosa realidad de la presencia sacramental de Cristo, un misterio de la sabiduría y el poder de Dios, baña y purifica nuestra inteligen­cia con una limpia luz que despierta las pro­fundidades de nuestra voluntad hacia un amor más allá de todo afecto humano. Por otra parte, su amor por nosotros despierta en nuestros corazones un instinto espiritual que nos impulsa a amarle a nuestra vez, y este amor nos lleva al conocimiento de Dios.

  El amor a Dios es la más profunda realiza­ción de las capacidades implantadas por Dios en la naturaleza humana, destinada a unirse con Él mismo. Al amarle, descubrimos, no sólo el íntimo significado de verdades que, de otra forma, nunca hubiéramos podido enten­der, sino que, además, encontramos en Él nuestra verdadera identidad. La caridad que despierta en nuestros corazones el Espíritu de Cristo, actuando en las profundidades de nuestro ser, nos hace empezar a ser las per­sonas que, en los designios inescrutables de su Providencia, Él dispuso que fuéramos. Movidos por la gracia de Cristo, empezamos a descubrir y a conocer a Cristo como un ami­go conoce a su amigo: por la interior simpa­tía y el entendimiento que sólo la amistad puede otorgar. Este amoroso conocimiento de Dios es uno de los más importantes frutos de la comunión eucarística con Dios en Cristo.


                                                                    ORACIÓN


Yo, Señor, yo, como dice tu profeta, soy un hombre que veo mi pobreza12. Soy pobre y en trabajos desde mi juventud; ensalzado, me siento humillado y confundido13. Por cuántas y qué horribles humillaciones me has hecho pasar. Pero te has vuelto hacia mí, me has vivificado y me has sacado, una vez más, de los abismos de la tierra. Has multiplicado tu magnificencia; y volviéndote me has consolado14.
Ahora, tierno Señor, mi alma te da las gracias. Cuando le hablas, comienza a reconocer tu voz; más aún no capta del todo lo que tú le dices. Tu voz nunca viene de vacío60 ; pues tu voz es tu gracia que no resuena al exterior, sino que enérgica y dulcemente obra en el interior. Cuando yo te hablo, tiendo a ti; y en esto precisamente consiste mi bien. Sea cual fuere mi oración estoy cierto que nunca te oraré o adoraré en vano, ya que el solo hecho de orar me resulta una gran recompensa61.

Guillermo de Saint Thierry, “ORACIONES MEDITADAS”. Biblioteca Cisterciense. Ediciones Monte Carmelo



12 Lam 3,1.

13 Sal 87,16.

14 Sal 70,20-21.

60 Is 55,11.

61 Sal 18,12.



 Charla a iniciativa de GRUPO DE ADORACIÓN NOCTURNA DE LA HERMANDAD DE LA SAGRADA CENA

jueves, 7 de febrero de 2013

CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS 2013

Recogemos la campaña oficial de MANOS UNIDAS para el 2013 que se dio a conocer el pasado 5 de febrero:

Campaña 54: No hay justicia sin igualdad


¿QUE ES MANOS UNIDAS?

 Manos Unidas es una organización española formada por voluntarios de la Iglesia Catolica, . Su finalidad es luchar contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo provocan en el mundo.  Su visión, cuyo fundamento es el Evangelio y la Doctrina social de la Iglesia, es que cada persona, hombre y mujer, en virtud de su dignidad e igualdad fundamental, sea capaz de ser, por sí mismo, agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual, y goce de una vida digna.

Para llevar a cabo su tarea Manos Unidas realiza dos tipos  actividades:
1ª SENSIBILIZAR contando los problemas que padecen las personas del Tercer Mundo o invitando a ser generosos y a ayudarles.
2º La realizacion de PROYECTOS DE DESARROLLO que ayudan a mejorar la educación, la agricultura, la sanidad y la situacioon de las personas del Tercer Mundo, con especial atención a los niños y a las mujeres, que son los grupos más débiles.

PROYECTOS QUE LLEVAN A CABO
  
Pozos para pueblos que no tienen agua.
Cosntruccion de escuelas, institutos y residencias de estudiantes e ciudades donde no habia.
Hospitales y centros de salud.
Cooperativas y cursos de agricultura para mejorar las cosechas.
Construccion de viviendas para personas que lo han perdido en diversas catástrofes naturales (inundaciones, terremotos..).

CAMPAÑA 2013

La Campaña de este año, centrada en la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer, se celebra con el lema: “No hay justicia sin igualdad”. La causa de la justicia nos apremia. Sólo el reconocimiento de la igual dignidad del hombre y la mujer nos permitirá construir un mundo más justo y el pleno desarrollo de todos. Manos Unidas quiere ser una llamada a la conciencia de la sociedad para que colabore en la defensa del desarrollo integral de cada persona y de todos sus derechos, gravemente conculcados en un mundo donde muchas mujeres son víctimas de la violencia, son objeto de explotación económica, carecen de libertad, de capacidad para tomar las mismas decisiones que el hombre o de ser titular de los mismos bienes. En esta situación, la educación juega un papel clave para acabar con las desigualdades. No podemos olvidar que dos terceras partes de las personas analfabetas del mundo son mujeres, lo cual les impide afrontar su vida en pie de igualdad con los hombres

El ODM 3 y los Derechos Fundamentales

El hombre y la mujer tienen la misma dignidad porque son imagen de Dios; en su diversidad se complementan y son plenamente capaces de una mutua colaboración en cualquier ámbito de la vida. En virtud de esa dignidad, ambos tienen los mismos derechos fundamentales, cuyo reconocimiento implica un deber correlativo, sin el cual los derechos serían algo arbitrario. Desde esta premisa, Manos Unidas lucha contra el hambre, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y sus causas. Acabar con la desigualdad y favorecer que la mujer tenga capacidad para orientar responsablemente su vida, participar en la gestión de los recursos, en la política etc., son objetivos prioritarios de Manos Unidas. De ellos depende que consigamos erradicar la pobreza.
Manos Unidas trabaja por la igualdad y la autonomía de la mujer de acuerdo con los criterios del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia. El hombre y la mujer son imagen de Dios, la reciprocidad que anima a la pareja humana es imagen de Dios y se expresa en la mutua colaboración entre ambos. Esta es la clave que orienta la misión de Manos Unidas en esta cuestión: la dignidad de cada persona, hombre o mujer, exige que se llegue a una situación social más humana y más justa y a la defensa efectiva de los derechos fundamentales.

Razones para abordar el ODM 3

El fin de Manos Unidas es la lucha contra el hambre, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo, la falta de instrucción y las causas que las producen. Acabar con la desigualdad y favorecer que las mujeres tengan capacidad para encauzar responsablemente sus vidas, son cuestiones fundamentales en las que hay que incidir, entre otras razones, porque de ellas depende que consigamos erradicar la pobreza. Este empeño nace del deseo de cumplir el Mandamiento nuevo: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que como yo os he amado, así os améis también los unos a los otros. En esto conocerán que sois discípulos míos”. Jn 13, 34-35.
La promoción de la mujer es un objetivo prioritario de Manos Unidas; ella es agente fundamental de desarrollo, familiar y social, y juega un papel decisivo en el ámbito económico. La desigualdad que padece, el hecho de que se le impida el ejercicio de tantos derechos, aumenta la pobreza y la inseguridad alimentaria en el mundo.

Concepto Clave: la igualdad entre hombres y mujeres

En el ámbito de la cooperación para el desarrollo se aborda, cada vez más, el problema del género, alegando la necesaria reivindicación de los derechos de la mujer y la intención de impedir su discriminación en cualquier forma y ámbito; sin embargo, para ello se recurre a un
concepto, el de “género”, muy ambiguo y con distintos significados, por eso es tan discutido. Por ello, debemos empezar aclarando que Manos Unidas entiende que el concepto de género es sinónimo de sexo, masculino y femenino, es decir, que se refiere
al hombre y a la mujer. Y que ambos se complementa mutuamente, desde el punto de vista biológico, y ontológico y que sólo gracias a la dualidad existe reciprocidad entre lo masculino y lo femenino, y se realiza plenamente lo humano.
Esta premisa fundamental se traduce en el empeño por la defensa de la dignidad humana y el desarrollo humano integral y, en consecuencia, por la justa igualdad entre el hombre y la mujer. Así entendida, la perspectiva de género está comprendida en nuestro concepto de la dignidad humana, que es el más radical de los objetivos del desarrollo. Y una de las consecuencias más importantes de este empeño es la defensa del ejercicio de los derechos fundamentales de la mujer, en nuestros proyectos y en las actividades de educación para el desarrollo. Este planteamiento, basado en la igualdad fundamental entre el hombre y la mujer, beneficia equitativamente a ambos y defiende, por igual, sus derechos.

Más información: Consulta los enlaces y archivos que encontrarás al final de esta página para tener acceso a más información sobre la Campaña 2013 de Manos Unidas

Archivos adjuntos:
 
Si quieres información mas detallada ponte en contacto con tu parroquia mas cercana.

miércoles, 6 de febrero de 2013

CANTO CISTERCIENSE


El canto gregoriano, componente importante del oficio monástico, no era ajeno a la búsqueda cisterciense de la autenticidad de la tradición monástica y el desposeimiento de las formas.



Los padres fundadores de Cîteaux llevaron consigo los libros litúrgicos en uso en la abadía de Molesmes, el canto gregoriano de la tradición benedictina. Esteban Harding que buscaba el texto más exacto posible de la Biblia, en aras de la autenticidad, del respeto a la regla, pero también de la posteridad y la unidad de la naciente orden cisterciense, envió a sus copistas a Metz, sede de la tradición del canto carolingio, y a Milán para copiar las más antiguas fuentes conocidas de los himnos de San Ambrosio.
Buscaron la pureza de la Regla, la autenticidad, la sencillez. Esto también quisieron que fuera una realidad en la liturgia. Todo lo que se cantara en la alabanza divina debería ser lo más auténtico. En Císter no se quisieron los cantos copiados de Cluny.

Así a Esteban Harding, ya en el año 1109, se le atribuye una primera reforma del canto. En la primera fase, se desea equipar los libros litúrgicos con los textos y melodías más auténticos. De este modo, se prestó mucha atención a los principios siguientes:

- La circunferencia de una melodía no debería ser mayor de diez tonos, porque el salmo 143,9 dice: "Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, tocaré para ti el arpa de diez cuerdas."
- En un canto no deben contenerse varios modos (tonos).
- Las sucesiones de los tonos, largas y extensas, deben abreviarse.
- El tono en b menor debe evitarse, favoreciendo el uso del tono en b mayor.

 Estos principios no se emplearon de forma global, especialmente en lo que se refiere a las canciones en honor de la Madre de Dios, patrona de la Orden. Los cantos a ella dedicados se adornan a menudo con notas adicionales, como ocurre en el hermoso canto de la "Salve regina", de Completas, de modo que se acentúe el texto.

Bernardo de Clairvaux realizó una segunda el año 1134, que fue terminada en 1147/48.
En el capítulo III de la Charte de Charité se precisa: «Todos tendrán los mismos libros litúrgicos y las mismas costumbres. Y puesto que acogemos en nuestro claustro a todos los monjes que vienen a nosotros, y que ellos mismos, igualmente, acogen a los nuestros en sus claustros, nos parece oportuno, y esa es nuestra voluntad, que tengan el modo de vida, el canto y todos los libros necesarios para las horas diurnas y nocturnas así como para las misas, conformes con el modo de vida y los libros del Nuevo Monasterio, de suerte que no haya discordancia alguna en nuestros actos
 Los cantos litúrgicos de la segunda reforma se escribieron en 15 libros litúrgicos y se resumieron en el "Código normal" de Císter. Los originales se conservan en la actualidad en la Biblioteca Municipal de Dijon.
Estos libros, se utilizan en la Orden en todos los monasterios hasta mediados del s. XVII.1

Desgraciadamente, los cistercienses, a partir del Abad General Claudius, ajustaron su canto a la decadente Editio Medicæa de 1614/15. Por eso, a finales del s. XIX los trapenses revisaron el canto y reconstruyeron los libros antiguos.
No obstante, estas directivas no encontraron adhesión por parte de los monjes y especialmente de los monjes de coro, los cantores. De hecho, las versiones melódicas de esas fuentes antiguas, entre San Ambrosio y Carlomagno, parecían arcaicas a estos monjes cantores, eruditos de principios del siglo XII.
Por ello, a partir de la muerte de Esteban Harding en 1134, se pidió a Bernardo de Claraval que emprendiese la reforma del canto. Se rodeó entonces de varios monjes y cantores para que adaptasen todo el repertorio existente a los cánones y la teoría de la música de su tiempo.
Las recomendaciones de Bernardo de Claraval sobre el canto están llenas de una exigencia de armonía y equilibrio propia del arte cisterciense. «Que esté lleno de gravedad, ni lascivo ni rudo. Que sea dulce, sin ser ligero, que encante al oído a fin de emocionar el corazón, que consuele la tristeza, que calme la ira, que no vacíe al texto de su sentido sino que lo fecunde.»Dentro del espíritu de desposeimiento, las fórmulas salmódicas, cantadas a lo largo de los siete oficios del día y de la noche, se reducían a las fórmulas más simples, sin entonación ornamentada.
Pero para los nuevos oficios y las nuevas fiestas, las piezas que se compusieron estaban muy adornadas y muy próximas al lenguaje poético y florido de San Bernardo o de Hildegarde von Bingen, contemporánea en estos inicios cistercienses.
Debido a la propia Charte de Charité y a la fuerte estructuración de la orden, todo ese repertorio adaptado o compuesto en el siglo XII existe en muchos manuscritos diseminados por toda Europa, y su lectura no plantea dificultad alguna. Esa es la razón de que los trabajos de reedición de la abadía de Westmalle, a finales del XIX y hasta mediados del siglo XX, sean muy fieles a las fuentes manuscritas. Así pues, es este repertorio cisterciense que se puede escuchar hoy en abadías como las de Hauterive (OCist) o Aiguebelle (Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia) el que ha conservado la tradición del canto gregoriano.


 
Escuche aquí "Salve Regina" cisterciense.

Este y otros cantos cistercienses pueden encontrarlos en el CD del monasterio de St. Marienstern, en Alemania, "Orgelmusik und Gregorianischer Choral" (Música de órgano y canto llano).

Aqui os dejamos tambien un video:  Canto llano - gregoriano y cisterciense - del siglo XII cantado por la Schola Gregoriana de Cambridge y la homónima de la Catedral de Winchester.

 


Disfrutadlo, PAZ Y BIEN.




sábado, 2 de febrero de 2013

PRESENTACION DEL LIBRO "EL ANTICUARIO DE TOLEDO"

El libro "El Anticuario de Toledo sigue realizando su particular presentación en diferentes puntos de España.
Aqui teneis las próximas presentaciones que se van a realizar:

Calendario de presentaciones de la novela El anticuario de Toledo de Rafael Amorós y José Manuel López.
Barcelona - 6/2/13 - 19:00 h.
Casa del Libro Ronda de Sant Josep, 88
Presenta: Violant Muñoz

Alicante - 8/2/13 - 19:30 h.
Casa del Libro de Alicante
Presenta: Joaquín Collado

Aspe - 14/2/13 - 19:30 h.
Teatro Wagner - C/ Castelar, 10
Presenta: Joaquín Juan Penalva

Aspe - 23/2/13 - Sin confirmar
Casino de Aspe - Plaza Mayor, 7
Presenta: Sin confirmar

Toledo - 15/3/13 - 19:30 h.
Librería Hojablanca - C/ Martin Gamero, 6
Presenta: Frederik Takkenberg



SINOPSIS: 
 Tras hallar en una oscura mansión decimonónica un robot de cuatrocientos años de antigüedad, Julio Ballesteros encarga un estudio a la doctora Mónica Andujar sobre el artefacto. Para su sorpresa, en el interior del mecanismo hallarán la pista que les conduce al genio que lo creó:

Juanelo Turriano, ingeniero de Carlos V, y homólogo en ingenio a Leonardo Da Vinci. Dicha pista también les llevará a una antiquísima reliquia a la que se atribuyen propiedades sobrenaturales, y a la que la historia perdió el rastro hace casi veinte siglos. Muchos la han buscado a lo largo de la historia y han derramado sangre inocente por ello… y aun la siguen buscando.
Nuestros protagonistas se convertirán en improvisados buscadores de tesoros, ignorando que organizaciones nazis, al servicio secreto Vaticano, la policía y el gobierno del país, también la buscan en una feroz y peligrosa carrera por emblemáticos rincones de la geografía castellana, desvelándose ocultas motivaciones implícitas en la Guerra Civil española, y el secreto mejor guardado de la posterior dictadura.
Editorial: GrupLobher
Colección: Narrativa Historica
433 Páginas  

viernes, 1 de febrero de 2013

2 de febrero LA PRESENTACION DEL SEÑOR

2 de febrero
LA PRESENTACION DEL SEÑOR
Y PURIFICACION DE LA VIRGEN MARIA
"La Candelaria"
o "Fiesta de las Luces




Esta fiesta, que cierra las solemnidades de la Encarnación, conmemora la Presentación del Señor, el encuentro con Simeón y Ana, (encuentro del Señor con su pueblo) y la purificación ritual de la Virgen María.

Presentación: Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al Niño al Templo, a fin de presentarlo al Señor, según la ley de Moisés (Cf. Ex 13, 11-13).
Lucas 2,22-38Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de
Jerusalén.
Simeón, al ver a María y a José con el Niño Jesús, conoció por una revelación divina que era Cristo. Tomó entonces al Niño en sus brazos y bendijo a Dios y exclamó:
Ahora puedes dejar morir en paz, Señor, a tu siervo, porque han visto mis ojos a tu Salvador, luz para las naciones y gloria de Israel. María y José admiraban sus palabras.
Y vuelto a María le anunció: Este ha sido puesto para ruina y para resurrección de muchos; y como una señal de contradicción; y una espada atravesará tu alma.

Purificación de María: Como era costumbre, María, su madre, se sometió a la vez al rito de la purificación (Cf. Lev. 12, 6-8).

Procesión con las candelas, "Candelaria" 

"luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel" (Lc 2,32). La procesión con velas nos recuerda que La Virgen da luz a Jesucristo, Luz del Mundo, quien se manifiesta a su pueblo por medio de Simeón y Ana.No se sabe con certeza cuando se iniciaron las procesiones en relación a esta fiesta, pero en el siglo X ya se celebraban con solemnidad. Después de la procesión los cirios se llevan a las casas para encenderse cuando hubiese necesidad de oración especial. 

Historia de la Fiesta
 
A mediados del siglo V e
sta fiesta se conocía como "La Candelaria" o "Fiesta de las Luces". La Virgen Maria ha dado luz a la Luz del Mundo, Jesucristo y en esta fiesta El se manifiesta a Simeón y Ana.Hasta el siglo VI se celebraba a los cuarenta días de la Epifanía, el 15 de febrero. Ahora se celebra el 2 de febrero, por ser a los cuarenta días de la Navidad.De origen oriental, esta fiesta no se introdujo en la liturgia del Occidente hasta el siglo VII. Al final de este siglo ya estaba extendida en toda Roma y en casi todo Occidente. En un principio, al igual que en Oriente, se celebraba la Presentación de Jesús más que la Purificación de María.El Concilio Vaticano II restaura esta fiesta a su origen primariamente Cristológico, celebrándose como la Presentación de Jesús en el Templo

MEDITACION DE LA LECTURA

 Podemos considerar la fiesta que hoy celebramos como un puente entre la Navidad y la Pascua. La Madre de Dios constituye el vínculo de unión entre dos acontecimientos
de la salvación, tanto por las palabras de Simeón como por el gesto de ofrenda del Hijo, símbolo y profecía de su sacerdocio de amor y de dolor en el Gólgota. Esta fiesta mantiene en Oriente la riqueza bíblica del título «encuentro»: encuentro «histórico» entre
el Niño divino y el anciano Simeón, entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, entre la profecía y la realidad y, en grado máximo el esplendor del alma, con el que es necesario que nosotros vayamos al encuentro de Cristo. En efecto, del mismo modo que la integérrima Virgen y Madre
de Dios llevó encerrada con los pañales a la verdadera luz y la mostró a los que yacían en las tinieblas, así también nosotros, iluminados por el esplendor de estos cirios y teniendo entre las manos la luz que se muestra a todos, apresurémonos a salir al encuentro de Aquel
que es la verdadera luz (Sofronio de Jerusalén, f 638).