Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


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Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

viernes, 11 de enero de 2013

MARCAS DE CANTERO I :HISTORIA Y DESCRIPCION DE DIVERSOS TIPOS

 HISTORIA

A finales del siglo X y principios del XI se inició la costumbre de inscribir en los sillares de piedra de las construcciones curiosas marcas o signos. Estas marcas eran firmas personales de los canteros que, con frecuencia, se utilizaban para determinar el trabajo realizado y, de este modo, poder calcular cuál debía ser la cantidad que debían cobrar. Los signos podían también indicar al albañil cuál debía ser la posición de la piedra en la obra. Además, estas marcas eran el signo de identidad y la marca de honor de cada gremio de canteros. Cada gremio poseía sus conocimientos acerca del arte de la construcción, que guardaba en secreto. Los miembros de estos gremios viajaban de unos lugares a otros, participando en la construcción de diferentes edificaciones en las que dejaban su firma. Cuando un nuevo miembro solicitaba su ingreso en el gremio, una vez aceptado, recibía el signo, su marca de cantero, que debía reproducir en todas las obras en las que participase. Pero también las marcas en los sillares podían ser símbolos que los templarios dejaban inscritos en sus construcciones. Para algunos autores, como Juan Eslava Galán, se trataba de un código secreto templario. Entre las marcas de la Orden se encontraba el “ábacus”, un bastón de mango espiral usado tanto por el maestro del gremio de canteros como por el Gran Maestre del Temple.


MONTALBÁN: marcas de cantería en un castillo templario  

 Haremos un pequeño viaje  para trasladarnos a las cercanías de la arcana Toletum, la antigua y multicultural capital visigoda, y comentar sobre algunos de sus enclaves más misteriosos y significativos.
El castillo de Montalbán es un castillo que se encuentra en el término municipal de San Matin de Montalbán, al sur de la provincia de Toledo, y se erige sobre un escarpe de 100 m de profundidad cortado por el río Torcón, que se se empleaba como foso por tres de sus lados. llega a esta fortaleza por la carreterra regional CM-4009 desde San Martín de Montalbán dirección a La Puebla de Montalbán, y a unos 5 kilómetros de la primera localidad tras un cruce a la izquierda se llega al castillo, y por la derecha al santuario visigodo de Santa María de Melque.


Este castillo es una de las fortalezas más antiguas situadas en la orilla izquierda del río Tajo, erigido durante la Reconquista como punto de defensa de dicho margen del río, reformando y ampliando en gran medida el castillo árabe que allí existía, y que tal vez fuera abandonado tras la reconquista de Toledo.
En el año 1209 se cita la villa de Montalbán como cedida al caballero Alfonso Téllez, pero el edificio debió ser construido por los Templarios, cedido por Alfonso VII pocos años después, haciendo de él y de sus dehesas circundantes la más importante encomienda de su Orden en Castilla.
En el año 1308 volvió a manos de la Corona, siendo donado por Alfonso XI al caballero Alfonso Fernández Coronel. Tras una disputa con Pedro I el Cruel, el edificio fue reformado y se le añadieron nuevas defensas. Tras la ejecución de Fernández Coronel, el castillo fue cedido a Doña Beatriz, hija ilegítima de Pedro I.
Juan II quedó sitiado en el castillo por las tropas del infante don Enrique, que más tarde sería rey, en diciembre del año 1420, pasó el Estado de Montalbán a don Álvaro de Luna y, cuando éste murió, a su viuda, que lo habitó en algunas ocasiones.
Bajo el reinado de Enrique IV el castillo fue adquirido por su valido, Juan Pacheco, y desde él viene transmitiéndose a sus sucesores (hoy los duques de Osuna).
Fijaremos nuestra atención en sus marcas de cantero.
 Aunque no fueron los constructores del castillo, ni tampoco -como parece demostrado históricamente- los únicos que procedieron en algún momento a su remodelación, adaptándolo a sus necesidades y conveniencia, los investigadores tienen a ver su sombra -alargada y terriblemente escurridiza- detrás de la asombrosa cantidad de marcas de cantería que hacen de él, un caso notablemente atípico. Tal vez resulte significativa la presencia entre éstas, de un símbolo frecuente en numerosas construcciones templarias, e incluso en aquéllas otras que, basadas en la tradición oral, se les atribuye: la pentalfa.

Si bien es cierto que, aunque no demasiado frecuentes, sí se han localizado marcas en algún que otro castillo -incluso símbolos de inequívoco origen egipcio, el ankh o cruz de la vida, como es el caso del castillo alcarreño de la Riba de Santiuste.

Las marcas, en su gran mayoría, son de base lineal y representan ángulos de 90 grados, que podrían tener relación, , con ciertos códigos utilizados durante la Edad Media, atribuidos -con o sin fundamento- a templarios y rosacruces. En número menos significativo, aunque repetido con cierta frecuencia, aparece otro tipo de trazo lineal, semejante a una pajarita -por poner un ejemplo lo más aproximado posible a su forma- y una angulación probable de 30 grados; hay también triángulos equiláteros, así como flechas, típicas en la gran mayoría de edificaciones de índole románica. Cierta repetitividad tienen, así mismo, las representaciones crucíferas que se podrían calificar del tipo griego, dado que tienen los brazos iguales.

Significativos, por otra parte, podrían ser aquellos otros elementos que aparecen con escaso o unitario criterio. Entre estos, cabe destacar los siguientes: pentalfa, compás, círculo y un símbolo muy similar a la ómicron griega.
 OTROS LUGARES Y OTRAS MARCAS:

Una determinada marca cruciforme sólo aparece en edificios templarios. Por ejemplo, en el Castillo-Convento del Temple en Tomar (Portugal), la Iglesia del Temple en Londres y la Rotonda del Santo Sepulcro en Pisa. 

Otra marca  templaria simbolizaba la torre en el juego del ajedrez. Esta marca aparece en la capilla del Convento de Tomar, en las Iglesias del Temple de Laon y Metz, en Francia, y en el Santo Sepulcro templario de Pisa. 

En el antiguo monasterio de Santa María la Real se han encontrado más de 200 marcas de cantero. Sus formas son muy variadas: letras, cruces… pero sin duda la más curiosa es la que tiene forma de jirafa que, si no fuera porque procede de la época medieval, parecería más bien un diplodocus. 
 
En la cabecera del edificio hay signos que se repiten en la cabecera de la Catedral de Santa María de Tudela (estrella de ocho puntas, cruces gamadas, marcas tipo caracol, etc.) y que ponen de manifiesto la participación en las dos edificaciones de las mismas cuadrillas de canteros. También en la iglesia de Santiago de Agüero existen numerosas marcas de cantero. Predomina entre ellas la que representa una llave. Pero hay otras muchas formas: estrellas, martillos, flechas, cruces, etc.

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