Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


WEB OFICIAL DE LA ORDEN

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Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

jueves, 31 de enero de 2013

31 DE ENERO SAN JUAN BOSCO

San Juan Bosco
31 de enero
Nació en Castelnuovo d'Asti en el año 1815, en el seno de
una familia pobre. Dio muestras de poseer grandes dotes.
Fue educado por su madre en la fe y en la práctica de las
virtudes cristianas. A los nueve años intuyó por un sueño que
debería dedicarse a la educación de la juventud. Siendo todavía
un muchacho, fundó entre sus compañeros la «Sociedad
de la alegría» para hacer la guerra al pecado. Ordenado
sacerdote en 1841, escogió como programa de vida: Da
mihi animas, cetera tolle (Gn 14,21) y dio origen al oratorio
bajo la protección de san Francisco de Sales. Su estilo educativo
y pastoral se basaba en el sistema preventivo y en la
educación en la fe. Fundó la «Sociedad de san Francisco de
Sales» (salesianos) y, con santa Maria Domenica Mazzarello,
el «Instituto de las Hijas de María Auxiliadora». Creó también
con laicos los cooperadores salesianos. El «padre y maestro de
la juventud» murió en Turín el 31 de enero de 1888.


Oh María, Virgen poderosa;
tú, magna e ilustre defensa de la Iglesia;
tú, ayuda admirable de los cristianos;
tú, terrible como ejército en orden de batalla;
tú, que has destruido por ti sola todos los errores del
mundo, defiéndenos del enemigo
en las angustias, en las luchas, en las necesidades,
y, en la hora de la muerte,
acógenos en los goces eternos. Amén.
(Invocación de san Juan Bosco a María Auxiliadora)



 Evangelio: Mateo 18,1-6.10

En aquel tiempo, ' se acercaron los discípulos a Jesús y le
dijeron:
-¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos?
2 El llamó a un niño, lo puso en medio de ellos 3 y dijo:
-Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños,
no entraréis en el Reino de los Cielos.4 El que se haga pequeño
como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
5 El que acoge a un niño como éste en mi nombre, a mí me
acoge. 6 Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños
que creen en mí, más le valdría que le ataran una piedra
de molino al cuello y lo arrojaran al fondo del mar. 10 Cuidado
con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo
que sus ángeles en el cielo contemplan sin cesar el rostro de
mi Padre celestial.

El fragmento, que tiene como tema el «hacerse
pequeño», está ligado al segundo anuncio de la pasión
(cf. Mt 17,22ss). La enseñanza de Jesús a sus discípulos
se refiere a una actitud fundamental de la existencia
cristiana. En ella se subraya la necesidad de superar
tanto la autosuficiencia de los grandes como el orgullo
de grupo. Las palabras de Jesús van dirigidas ciertamente
a la vida interna de la comunidad de los discípulos:
«El mayor en el Reino de los Cielos» es el más pequeño
(v. 4). Parece natural que, según la mentalidad
mundana, los jefes de la comunidad civil sean los que sidistinguen
por sus dotes y capacidades humanas o
 por su sentido de la responsabilidad a la hora de administrar
los servicios comunitarios. Por otra parte, también
es natural que el hombre sienta deseos de sobresalir.
De ahí que también los apóstoles se dejen llevar por
discusiones interesadas sobre los puestos que van a
ocupar y sobre quién de ellos es el más importante (v. 1).
El Señor toma, entonces, a un niño y lo pone a su lado,
en el centro, y responde con unas palabras precisas:
«El que se haga pequeño como este niño, ése es el mayor
en el Reino de los Cielos» (v. 4). Sólo el pequeño es
«grande», porque es inocente, sencillo y carece de pretensiones.
El niño, en efecto, tiene necesidad de los
otros, no tiene libertad de acción, se confía al que es
mayor que él, consciente de su fragilidad y de su pobreza.
El niño, para Jesús, es símbolo del verdadero
discípulo, porque quien se hace pequeño está disponible,
deja más espacio en él a la obra y a la acción del
Espíritu. Se hace grande por la fe en el Señor y encuentra
la fuerza en su nombre. El niño es también la
imagen de Jesús, que se abandona con una total confianza
y obediencia en manos del Padre; por eso dice
aún: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre a mi
me acoge» (v. 5).

MEDITATIO
La sociedad en la que vivimos ha creado barreras entre
ricos y pobres, entre blancos y negros, entre el norte
y el sur del mundo, entre grandes y pequeños. ¿Cómo hacer
para romper esta barrera de la desconfianza? Considerando
a cada hombre hermano nuestro, creando una
familiaridad con él.
Este principio es igualmente válido con los jóvenes.
Decía don Bosco: «Sin familiaridad no se demuestra el
amor, y sin esta demostración no puede haber confianza.
Quien quiera ser amado necesita hacer ver que ama.

 Jesucristo se hizo pequeño con los pequeños y cargó
con nuestras flaquezas. ¡He aquí el maestro de la familiaridad!
El maestro al que se ve sólo en la cátedra es
maestro, y no más, pero si va al recreo con los jóvenes
se vuelve como hermano [...]. Quien sabe que es amado,
ama, y quien es amado lo obtiene todo, especialmente
de los jóvenes. Esta confianza establece una corriente
eléctrica entre los jóvenes y los superiores. Los corazones
se abren y dan a conocer sus necesidades y manifiestan
sus defectos. Este amor hace soportar a los
superiores las fatigas, las molestias, las ingratitudes, los
estorbos, las carencias, la negligencias de los jovencitos.
Jesucristo no rompió la caña quebrada ni apagó el
pábilo vacilante. Éste es vuestro modelo» (de la Carta de
Roma, 1884).

lunes, 28 de enero de 2013

28 de enero, SANTO TOMAS DE AQUINO


Tomás de Aquino, Santo
Memoria litúrgica, 28 de enero 


Tomás de Aquino, Santo

 

 Presbítero y Doctor de la Iglesia

Martirologio Romano: Memoria de santo Tomás de Aquino, presbítero de la Orden de Predicadores y doctor de la Iglesia, que, dotado de gran inteligencia, con sus discursos y escritos comunicó a los demás una extraordinaria sabiduría. Llamado a participar en el Concilio Ecuménico II de Lyon por el papa beato Gregorio X, falleció durante el viaje en el monasterio de Fossanova, en el Lacio, el día siete de marzo, y muchos años después, en este día, sus restos fueron trasladados a Toulouse, en Francia (1274).

Fecha de canonización: 18 de julio de 1323 por el Papa Juan XXII
Nació hacia el año 1225, de la familia de los condes de Aquino. Estudió primero en el monasterio de Montecassino, luego en Nápoles.

A los 18 años, contra la voluntad del padre y hasta perseguido por los hermanos que querían secuestrarlo, ingresó en la Orden de Predicadores, y completó su formación en Colonia donde tuvo por Maestro a San Alberto Magno, y después en París. Mientras estudiaba en esta ciudad se convirtió de estudiante en profesor de filosofía y teología. Después enseñó en Orvieto, Roma y Nápoles.

Suave y silencioso (en París lo apodaron "el buey mudo"), gordo, contemplativo y devoto, respetuoso de todos y por todos amado, Tomás era ante todo un intelectual. Continuamente dedicado a los estudios hasta el punto de perder fácilmente la noción del tiempo y del lugar: durante una travesía por el mar, ni siquiera se dio cuenta de la terrible borrasca y el fuerte movimiento de la nave por el choque de las olas, tan embebido estaba en la lectura. Pero no eran lecturas estériles ni fin en sí mismas. Su lema, "contemplata aliis tradere", o sea, hacer partícipes a los demás de lo que él reflexionaba, se convirtió en una mole de libros que es algo prodigioso, más si se tiene en cuenta que murió a los 48 años.

En efecto, murió en la madrugada del 7 de marzo de 1274, en el monasterio cisterciense de Fossanova, mientras se dirigía al concilio de Lyon, convocado por el B. Gregorio X. Su obra más famosa es la Summa theologiae, de estilo sencillo y preciso, de una claridad cristiana, con una capacidad extraordinaria de síntesis. Cuando Juan XXII lo canonizó, en 1323, y algunos objetaban que Tomás no había realizado grandes prodigios ni en vida ni después de muerto, el Papa contestó con una famosa frase: "Cuantas proposiciones teológicas escribió, tantos milagros realizó".

El primado de la inteligencia, la clave de toda la obra teológica y filosófica del Doctor Angélico (como se lo llamó después del siglo XV), no era un intelectualismo abstracto, fin en sí mismo. La inteligencia estaba condicionada por el amor y condicionaba al amor. "Luz intelectual llena de amor - amor de lo verdadero pleno de alegría" -cantó Dante, que tradujo en poesía el concepto tomístico de inteligencia - bienaventuranza.

El pensamiento de Santo Tomás ha sido durante siglos la base de los estudios filosóficos y teológicos de los seminaristas, y gracias a León XIII y a Jacques Maritain ha vuelto a florecer en nuestros tiempos. Y tal vez particularmente actuales, más que las grandes Summae, son precisamente los Opúsculos teológico -pastorales y los Opúsculos espirituales.

 Recordamos al Santo Padre Benedicto XVI explicando  la 'Suma Teológica' de Santo Tomás de Aquino (23 de junio 2010)

"Concluyo en el día de hoy las catequesis dedicadas a Santo Tomás de Aquino. Como afirmaba mi amado Predecesor el Papa Pablo Sexto, las enseñanzas de este gran teólogo mantienen hoy toda su vigencia y, en cierta manera, todos los hijos de la Iglesia "podemos y debemos ser sus discípulos".
La obra cumbre de Santo Tomás es la Summa Theologiae, donde expone de manera precisa, lúcida y pertinente las verdades de fe que brotan de las Sagradas Escrituras y de las enseñanzas de los Santos Padres. En la Summa, Santo Tomás parte de que hay tres modos diversos de la existencia de Dios. El primer modo: Dios existe en sí mismo, es el principio y el fin de todo, y todas las criaturas proceden y depende de Él. El segundo: Dios se hace presente a través de la Gracia en la vida del cristiano, de los santos. Y el tercero y último: Dios está presente de manera especial en la Persona de Cristo y en los Sacramentos, donde se perpetúa su misión redentora. Bajo este triple esquema, se articula esta obra monumental.

Así mismo, todo lo que Tomás ilustró en su pensamiento teológico, lo expuso en su predicación. Por ejemplo, algunos de sus sermones han quedado recogidos en un libro titulado Opúsculos. En él, el Santo explica el Símbolo de los Apóstoles, interpreta el Padre Nuestro, ilustra los Mandamientos y comenta el Ave María. Por lo tanto, la actualidad de su pensamiento queda patente cuando comprobamos que el esquema de los Opúsculos coincide casi en todo con la actual estructura del Catecismo de la Iglesia Católica.

Saludo a los grupos de lengua española, en particular a los miembros de la Asociación pública de Fieles "Hogar de la Madre", así como a los demás fieles provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Os invito a todos, a imitación de Santo Tomás de Aquino, a profundizar, mediante el estudio y la oración, en los grandes misterios de la fe.

Muchas gracias."
En este enlace podeis encontrar una relacion de las obras de Santo Tomás de Aquino;

sábado, 26 de enero de 2013

TAZA SOLIDARIA

DE ASPAU:
La empresa Empieza a Sonreír ha realizado una taza solidaria con el fin de donar los beneficios de su venta a ASPAU. Todos aquellos que queráis colaborar comprándola podéis hacerlo a través de la página web http://empiezasonreir.com/ , su precio es de 7 € , y pedirla simplemente enviando un mail a tuspedidos@empiezasonreir.com


viernes, 25 de enero de 2013

25 DE ENERO-CONVERSION DE SAN PABLO

Saulo de Tarso, antes de su conversión, era un judío convencido
de su religión y totalmente contrario a la nueva fe
que empezaba a difundirse por Palestina y sus alrededores.
Tuvo alguna responsabilidad también en el martirio de san
Esteban, protomártir, del que se habla en los Hechos de los
apóstoles. Saulo encontró a Jesús resucitado en el camino de
Damasco y este acontecimiento cambió de manera radical su
modo de creer y de pensar. El Señor resucitado se convirtió
en el centro de su espiritualidad y de su teología. Una vez
apóstol del Evangelio, Pablo estableció en Antioquía de Siria
el punto de partida de sus viajes misioneros, donde aparece
como testigo infatigable de la fe en Jesús resucitado. Estos
viajes le incitaron a escribir diversas cartas a las distintas comunidades
cristianas que había fundado. Pablo, verdadero y
auténtico apóstol, siempre llevó buen cuidado en «volver» a
Jerusalén, con el deseo de confrontarse con los apóstoles de
Jesús a fin de no correr en vano.
Conversión de San Pablo. S XVII (1600). CARAVAGGIO

Primera lectura: Hechos de los apóstoles 22,3-16

En aquellos días, Pablo dijo al pueblo:Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me eduqué
 en esta ciudad. Mi maestro fue Gamaliel; él me instruyó en la
fiel observancia de la Ley de nuestros antepasados. Siempre
he mostrado un gran celo por Dios, como vosotros hoy.  Yo
perseguí a muerte este camino, encadenando y encarcelando
a hombres y mujeres. Y de ello pueden dar testimonio el
mismo sumo sacerdote y lodos los miembros del consejo.
Después de recibir de ellos mismos cartas para los hermanos,
me dirigía a Damasco, con ánimo de traer a Jerusalén encadenados
a los creyentes que allí hubiera, para que fueran
castigados. " Iba, pues, camino de Damasco y, cuando estaba
ya cerca de la ciudad, hacia el mediodía, de repente brilló a
mi alrededor una luz cegadora venida del cielo. Caí al suelo y
oí una voz que me decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?». Yo respondí: «¿Quién eres, Señor?». Y me dijo: «¡Yo soy
Jesús de Nazaret, a quien tú persigues!». Los que venían conmigo vieron la luz, pero no oyeron la
voz del que me hablaba.  Yo dije: «¿Qué debo hacer, Señor?».
Y el Señor me dijo: «Levántate y vete a Damasco; allí te dirán
lo que debes hacer».
" Como no veía nada, debido al resplandor de aquella luz,
entré en Damasco de la mano de mis compañeros. " Un cierto
Ananías, hombre piadoso según la ley, bien acreditado ante
todos los judíos que allí vivían, vino a verme y me dijo:
«Hermano Saúl, recobra la vista». Y en aquel mismo instante
pude verlo. El añadió: «El Dios de nuestros antepasados te
ha escogido para que conozcas su voluntad, para que veas al
Justo y oigas su voz.  Porque has de ser testigo suyo ante
todos los hombres de lo que has visto y oído. No pierdas
tiempo, ahora; levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados
invocando su nombre»....


  Estamos ante uno de los tres relatos de la conversión
de Pablo {cf. también Hch 9 y 26) con los que Lucas
adorna la historia de la primitiva comunidad cristiana.
En su carácter extraordinario, el acontecimiento
de Damasco se articula en tres momentos. En primer
lugar, el diálogo entre el Señor resucitado y Saulo de
Tarso. Ambos personajes se comunican su identidad y
se reconocen recíprocamente. Es un primer paso hacia
el acuerdo posterior. Viene después el acontecimiento
extraordinario de la conversión, que Lucas resume 
 simplemente en una pregunta: «¿Qué debo hacer, Señor?»
(v. 10). Saulo está ahora subyugado por el poder de Jesús,
su salvador y maestro. Y sólo desea configurar por completo
su vida según la voluntad y el proyecto del Resucitado.
Al final, se encuentra la misión: el que ha conocido
la voluntad de Dios y ha visto al Justo percibiendo la palabra
de su misma boca, se vuelve ahora testigo de las
cosas que ha visto y oído ante todos los hombres. Ser
misionero es ahora el único modo de vivir para Pablo.
No acabamos nunca de ahondar en el conocimiento
de Saulo-Paulo, incluso después de haber meditado una
y otra vez sobre las páginas que hablan de él y las que
escribió él mismo. Sin embargo, hay algo que aparece
de inmediato con una gran evidencia: su itinerario de fe
es símbolo del nuestro.
Creer implica, ante todo, encontrar personalmente a
una persona, al Dios hecho hombre, Jesús de Nazaret.
No se cree en una doctrina, en una fórmula, en un sistema,
sino en una persona, la única digna de ser creída.
La fe es un encuentro que no se agota en un momento
determinado de nuestra propia vida, sino que continúa
siempre, hasta la muerte. Quien encuentra a Jesús se da
cuenta de que ya no puede vivir sin él y debe profundizar
en su conocimiento personal.
Del encuentro se pasa al diálogo: la fe es, precisamente,
un encuentro entre personas inteligentes y libres. Por
un lado, Dios se da a conocer en lo que es, revela su voluntad,
da a conocer sus proyectos. De este modo, entabla
el diálogo con todo el que está dispuesto a escuchar
y a reaccionar. Por otro, el creyente, en la medida en
que presta una escucha sincera y auténtica a la Palabra
de Dios, se siente implicado en un diálogo que no
se desarrolla sólo en torno a conceptos y verdades,
sino que se entrelaza con experiencias, confidencias, comunión
de vida. Se trata de un diálogo vital que implica
a dos seres vivos y llega a una forma de vida cada vez
más elevada.
Ahora bien, la fe cristiana es también obediencia,
sumisión, abandono total de la criatura al Creador, del
hombre a Dios, del pecador al Justo. Para el creyente,
obedecer no significa en absoluto abdicar de su propia
libertad, ni siquiera de sus propios derechos; significa
captar la infinita distancia que media entre él y su
propio interlocutor y, al mismo tiempo, intuir que la
adhesión a la voluntad de éste conduce a la plena y más
satisfactoria realización de sí mismo. Semejante acto de
abandono está sostenido por una promesa que no deja
ningún espacio a la duda: cuando Dios promete, se
compromete por completo en beneficio de su interlocutor,
le llena el corazón de certezas sobrenaturales y abre
ante él unos horizontes ilimitados.
Por último, la fe cristiana se traduce en misión: el
ejemplo de Pablo es claro y decisivo. No puede privatizarse
un bien que, por su propia naturaleza, es comunitario.
Quien ha recibido el don de la salvación en Cristo 
se siente impulsado íntimamente a darlo a los otros.

fuente: Lectio divina para cada día del año
volumen 16
Propio de los santos -1

EL CISTER, EL TEMPLE Y EL ARTE GOTICO.


martes, 22 de enero de 2013

HERMANOS EN CRISTO

 
Muchas veces, no nos entienden cuando decimos somos pobres caballeros de Cristo, pero mucho menos cuando afirmamos que somos HERMANOS EN CRISTO. Investigando en mis horas de reflexión y meditación, en las que me gusta ahondar en el significado del templario en el siglo XXI,  deduzco que no dista mucho del origen, de lo que en un primer momento se trató de trasmitir. Alejados de todo significado de cruzadas, de parafernalia, y de todo símbolo externo que desvie lo que para mi significa el ser templario, me topé con unas reflexiones que muy bien se puede  asemejar a mi idea y mis convicciones. 
Estoy segura de que no tienen que concordar con las ideas de otro, ni siquiera ser cierto, pero el pensamiento es libre, como libre es la forma de vivir, y creo que lo que hoy expondré, tiene mucho que ver con mi manera de plantearme la vida, y todo lo que significa ser pobre caballero de Cristo.
El templario ya no lucha con espadas, ya no lucha contra infieles. Los infieles del templario de hoy son la maldad, la injusticia, la soberbia, la discriminación. No podemos hacer cruzada en contra de otras religiones, en contra de otros que no piensen como nosotros. Nuestro lugar es intentar llevar un mundo nuevo bajo nuestras acciones, nuestro ejemplo. La lucha ya no es con la espada, es con el espíritu, con la bondad, la fraternidad, construir un nuevo mundo, haciendo vivo el Evangelio. Es lo que el Señor nos pide.
La nueva Jerusalen, tiene que empezar a reinar en nuestros corazones, para poder llevarla a la realidad cotidiana.
Esa es nuestra cruzada, partiendo de una espiritualidad y de una meditación de la palabra y de la Escritura, que nos lleve no solo a la contemplacion interior, también hacia el exterior, de lo contrario no hay lógica ni hay una matriz que no sea ser cuerpo y espíritu de Cristo, en definitiva ser HERMANOS EN CRISTO...

Cada uno que saque sus propias conclusiones.


Dios nos creó a su imagen y semejanza. Nos hizo seres inteligente, capaces de amar, creadores, libres, inmortales. Pero la dignidad hu­mana quedó mucho más elevada cuando Dios mismo decidió hacerse hombre y venir a compartir nuestra vida. Cristo Jesús es nuestro her­mano, hermano de todos, presente en todos los hombre. Con él la natu­raleza humana ha subido a lo más alto de su dignidad.
Él no se avergüenza de llamarnos sus hermanos.
(Heb 2,11)
Un solo Padre tienen ustedes: el que está en el cielo..
Y todos ustedes son hermanos.
(Mt 23,9.8)
Esta dignidad de hermanos en Cristo nos obliga a ordenar el mundo de una manera muy distinta de como está ahora organizado. A no con­siderar a ninguna persona con más derechos o dignidad que otra. A comprometernos a luchar para que nuestra hermandad en Cristo llegue a ser una realidad, y no una linda palabra vacía de significado.

 Todos los seres humanos hijos de Dios, hermanos en Cristo, es que todos tenemos la misma dignidad ante Dios.
Dios no tiene preferencias por nadie. (Rom 2,11)
No hay ninguna raza inferior o superior (Hch 10,34-35), ni se debe despreciar a ningún hombre en concreto (Hch 10,28). Entre aquellos primeros seguidores de Jesús no se concebía que se pudiese dar un puesto de preferencia a una persona porque fuera mejor vestido que los demás (Sant. 2,2-4). El amor a Jesús les unía y los igualaba a todos, como podemos ver en los Hechos de los Apóstoles (Hch 2,42-47; 4,32-35). Cristo había “destruido en su propia carne el muro de odio que los separaba” (Ef 2,14).
 La gran novedad de Cristo es que él no es un legislador, sino una Vida, una Fuerza, para vivir la ley del amor. Él no manda como lo puede hacer cualquier hombre; él “da el querer y el actuar” (Flp 2,13). Jesús es la energía para poder cambiar el mundo. Él dio el Mandamiento Nuevo del Amor; pero, lo que es más importante, comu­nica su propio Amor, para poder cumplirlo. Da “las primicias del Espíritu, las cuales capacitan para cumplir la ley nueva del amor” 

El hombre nuevo, que vive de la fe en Cristo, es un templo vivo de Dios:
El templo de Dios es santo, y ese templo sois vosotros.....
El Espíritu de Dios habita en ustedes.
(1 Cor 3,17.16)
¿No sabeis  que su cuerpo es templo del Espíritu Santo,
que habita en nosotros
y que lo hemos recibido de Dios?
Vosotros ya no  perteneceis a sí mismos,
sino que han sido comprados a un gran precio.
Entonces, que sus cuerpos vivan para dar gloria a Dios.
(1 Cor 6,19-20)
El Espíritu Santo habita en todos los que tienen fe en Cristo, para que puedan ser hombres nuevos, capaces de construir un mundo me­jor, donde sea posible la verdad, la justicia y el amor, no sólo indivi­dualmente, sino también como sociedad. Hombres que sean capaces de construir la historia según la voluntad del Padre universal de todo ser humano. Hombres que sepan dominar la creación y transformarla para el servicio de todos. Hombres, en fin, que se parezcan cada vez más a Cristo Jesús, nuestro hermano, por quien hemos sido salvados al precio de su sangre.
 No tendremos un continente nuevo sin nuevas y renovadas estructuras; pero sobre todo, no habrá continente nuevo sin hombres nuevos, que a la luz del Evangelio sepan ser verdaderamente libres y responsables.
Non Nobis.....

Sor+ Isabel María Pérez Moreno
Dama del Temple

MARIA, TEMPLO DE DIOS


De entre todos los santos, sólo María es incomparable en todos los aspectos. Tiene la santidad de todos ellos y, no obstante, no se parece a ninguno. Y, con todo, podemos decir que somos como ella. Esta semejanza a ella no es sólo algo que desear, sino la cualidad humana más digna de nuestro deseo: pero la razón de ello es que María, entre todas las criaturas, fue la que restauró más perfectamente la semejanza con Dios que Dios quería encontrar, en diferentes grados, en todos nosotros...

 


......Y, no obstante, puedo encontrarla si también yo me escondo en Dios, donde ella está escondida. Compartir su humildad, su escondimiento y su pobreza, su ocultamiento y su soledad, es la mejor manera de conocerla; y conocerla así es encontrar la sabiduría: Qui me invenerit inveniet vitam et hauriet salutem a Domino (Quien me encuentra, encuentra la vida y obtiene la salvación del Señor: Pr. 9, 35)....


T MERTON

domingo, 13 de enero de 2013

13 DE ENERO: BAUTISMO DEL SEÑOR

Ciclo C: Lc 3, 15-16.21-22 : En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan lo sacó de dudas, diciéndoles: «Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego». Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre Él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: «Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco».

HOMILÍA
San Hipólito de Roma, Sermón [atribuido] en la santa Teofanía (PG 10, 858-859)

¡Venid al bautismo de la inmortalidad!
Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo, que decía: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. ¿No ves cuántos y cuán grandes bienes hubiéramos perdido si el Señor hubiese cedido a la disuasión de Juan y no hubiera recibido el bautismo? Hasta el momento los cielos estaban cerrados e inaccesibles las empíreas regiones. Habíamos descendido a las regiones inferiores y éramos incapaces de remontarnos nuevamente a las regiones superiores. ¿Pero es que sólo se bautizó el Señor? Renovó también el hombre viejo y volvió a hacerle entrega del cetro de la adopción. Pues al punto se le abrió el cielo. Se ha efectuado la reconciliación de lo visible con lo invisible; las jerarquías celestes se llenaron de alegría; sanaron en la tierra las enfermedades; lo que estaba escondido se hizo patente; los que militaban en las filas de los enemigos, se hicieron amigos.

Has oído decir al evangelista: Se le abrió el cielo. A causa de estas tres maravillas: porque habiendo sido bautizado Cristo, el Esposo, era indispensable que se le abrieran las espléndidas puertas del tálamo celeste; asimismo era necesario que se alzaran los celestes dinteles al descender el Espíritu Santo en forma de paloma y dejarse oír por doquier la voz del Padre. Se abrió el cielo, y vino una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto».
El amado produce amor, y la luz inmaterial genera una luz inaccesible. Éste es mi Hijo amado que apareció aquí abajo, pero sin separarse del seno del Padre: apareció y no apareció. Una cosa es lo que apareció, porque –según las apariencias– el que bautiza es superior al bautizado. Por eso el padre hizo descender sobre el bautizado el Espíritu Santo. Y así como en el arca de Noé el amor de Dios al hombre estuvo simbolizado por la paloma, así también ahora el Espíritu, bajando en forma de paloma cual portadora del fruto del olivo, se posó sobre aquel que así era testimoniado. ¿Por qué? Para dejar también constancia de la certeza y solidez de la voz del Padre y robustecer la fe en las predicciones proféticas hechas con mucha anterioridad. ¿Cuáles? La voz del Señor sobre las aguas, el Dios de la gloria ha tronado, el Señor sobre las aguas torrenciales. ¿Qué voz? Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Este es el que se llamó hijo de José y es mi Unigénito según la esencia divina.
Éste es mi Hijo, el amado: aquel que pasó hambre, y dio de comer a innumerables multitudes; que trabajaba, y confortaba a los que trabajaban; que no tenía dónde reclinar la cabeza, y lo había creado todo con su mano; que padeció, y curaba todos los padecimientos; que recibió bofetadas, y dio al mundo la libertad; que fue herido en el costado, y curó el costado de Adán.
Pero prestadme cuidadosamente atención: quiero acudir a la fuente de la vida, quiero contemplar esa fuente medicinal.
El Padre de la inmortalidad envió al mundo a su Hijo, Palabra inmortal, que vino a los hombres para lavarlos con el agua y el Espíritu; y, para regenerarnos con la incorruptibilidad del alma y del cuerpo, insufló en nosotros el espíritu de vida y nos vistió con una armadura incorruptible.
Si, pues, el hombre ha sido hecho inmortal, también será dios. Y si se ve hecho dios por la generación del baño del bautismo, en virtud del agua y del Espíritu Santo, resulta también que después de la resurrección de entre los muertos será coheredero de Cristo.
Por lo cual, grito con voz de pregonero: Venid, las tribus todas de las gentes, al bautismo de la inmortalidad. A vosotros que todavía vivís en las tinieblas de la ignorancia, os traigo el fausto anuncio de la vida. Venid de la servidumbre a la libertad, de la tiranía al reino, de la corrupción a la incorrupción. Pero me preguntaréis: ¿Cómo hemos de ir? ¿Cómo? Por el agua y el Espíritu Santo. Esta es el agua unida con el Espíritu, con la que se riega el Paraíso, se fecunda la tierra, las plantas crecen, los animales se multiplican; y, en definitiva, el agua por la que el hombre regenerado se vivifica, con la que Cristo fue bautizado, sobre la que descendió el Espíritu Santo en forma de paloma

sábado, 12 de enero de 2013

ASPAU: DIFUNDIR LA REALIDAD DEL AUTISMO SIN MITOS

NOS HACEMOS ECO DE UNA CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN CONTRA LOS MITOS DEL AUTISMO, RECOGIDA EN EL BLOG DE ASPAU:
 

Gracias por vuestra sensibilidad: Gracias a todas las personas que vais a tomar el cartel para difundirlo por vuestros blogs, páginas web, facebook, twitter o cualquier otra red social.

No dejéis de seguir a Acciones Contra los Mitos del Autismo a través de facebook en http://www.facebook.com/accionescontralosmitosdelautismo

Modelo de carta cuando se use "autismo" o "autista" de forma peyorativa: AQUÍ.

Guías de Estilo para Medios de Comunicación: AQUÍ

Modelos de carteles para difusión y concienciación: AQUÍ.

Blog de Acciones Contra los Mitos del Autismo: AQUÍ.

Información sobre la campaña: AQUÍ.



Aspau difundió la cartelería y objetivos de Acciones Contra los Mitos del Autismo en su  stand del Congreso ITASD Valencia.

blog de ASPAU: http://aspau.blogspot.com.es/

viernes, 11 de enero de 2013

MARCAS DE CANTERO I :HISTORIA Y DESCRIPCION DE DIVERSOS TIPOS

 HISTORIA

A finales del siglo X y principios del XI se inició la costumbre de inscribir en los sillares de piedra de las construcciones curiosas marcas o signos. Estas marcas eran firmas personales de los canteros que, con frecuencia, se utilizaban para determinar el trabajo realizado y, de este modo, poder calcular cuál debía ser la cantidad que debían cobrar. Los signos podían también indicar al albañil cuál debía ser la posición de la piedra en la obra. Además, estas marcas eran el signo de identidad y la marca de honor de cada gremio de canteros. Cada gremio poseía sus conocimientos acerca del arte de la construcción, que guardaba en secreto. Los miembros de estos gremios viajaban de unos lugares a otros, participando en la construcción de diferentes edificaciones en las que dejaban su firma. Cuando un nuevo miembro solicitaba su ingreso en el gremio, una vez aceptado, recibía el signo, su marca de cantero, que debía reproducir en todas las obras en las que participase. Pero también las marcas en los sillares podían ser símbolos que los templarios dejaban inscritos en sus construcciones. Para algunos autores, como Juan Eslava Galán, se trataba de un código secreto templario. Entre las marcas de la Orden se encontraba el “ábacus”, un bastón de mango espiral usado tanto por el maestro del gremio de canteros como por el Gran Maestre del Temple.


MONTALBÁN: marcas de cantería en un castillo templario  

 Haremos un pequeño viaje  para trasladarnos a las cercanías de la arcana Toletum, la antigua y multicultural capital visigoda, y comentar sobre algunos de sus enclaves más misteriosos y significativos.
El castillo de Montalbán es un castillo que se encuentra en el término municipal de San Matin de Montalbán, al sur de la provincia de Toledo, y se erige sobre un escarpe de 100 m de profundidad cortado por el río Torcón, que se se empleaba como foso por tres de sus lados. llega a esta fortaleza por la carreterra regional CM-4009 desde San Martín de Montalbán dirección a La Puebla de Montalbán, y a unos 5 kilómetros de la primera localidad tras un cruce a la izquierda se llega al castillo, y por la derecha al santuario visigodo de Santa María de Melque.


Este castillo es una de las fortalezas más antiguas situadas en la orilla izquierda del río Tajo, erigido durante la Reconquista como punto de defensa de dicho margen del río, reformando y ampliando en gran medida el castillo árabe que allí existía, y que tal vez fuera abandonado tras la reconquista de Toledo.
En el año 1209 se cita la villa de Montalbán como cedida al caballero Alfonso Téllez, pero el edificio debió ser construido por los Templarios, cedido por Alfonso VII pocos años después, haciendo de él y de sus dehesas circundantes la más importante encomienda de su Orden en Castilla.
En el año 1308 volvió a manos de la Corona, siendo donado por Alfonso XI al caballero Alfonso Fernández Coronel. Tras una disputa con Pedro I el Cruel, el edificio fue reformado y se le añadieron nuevas defensas. Tras la ejecución de Fernández Coronel, el castillo fue cedido a Doña Beatriz, hija ilegítima de Pedro I.
Juan II quedó sitiado en el castillo por las tropas del infante don Enrique, que más tarde sería rey, en diciembre del año 1420, pasó el Estado de Montalbán a don Álvaro de Luna y, cuando éste murió, a su viuda, que lo habitó en algunas ocasiones.
Bajo el reinado de Enrique IV el castillo fue adquirido por su valido, Juan Pacheco, y desde él viene transmitiéndose a sus sucesores (hoy los duques de Osuna).
Fijaremos nuestra atención en sus marcas de cantero.
 Aunque no fueron los constructores del castillo, ni tampoco -como parece demostrado históricamente- los únicos que procedieron en algún momento a su remodelación, adaptándolo a sus necesidades y conveniencia, los investigadores tienen a ver su sombra -alargada y terriblemente escurridiza- detrás de la asombrosa cantidad de marcas de cantería que hacen de él, un caso notablemente atípico. Tal vez resulte significativa la presencia entre éstas, de un símbolo frecuente en numerosas construcciones templarias, e incluso en aquéllas otras que, basadas en la tradición oral, se les atribuye: la pentalfa.

Si bien es cierto que, aunque no demasiado frecuentes, sí se han localizado marcas en algún que otro castillo -incluso símbolos de inequívoco origen egipcio, el ankh o cruz de la vida, como es el caso del castillo alcarreño de la Riba de Santiuste.

Las marcas, en su gran mayoría, son de base lineal y representan ángulos de 90 grados, que podrían tener relación, , con ciertos códigos utilizados durante la Edad Media, atribuidos -con o sin fundamento- a templarios y rosacruces. En número menos significativo, aunque repetido con cierta frecuencia, aparece otro tipo de trazo lineal, semejante a una pajarita -por poner un ejemplo lo más aproximado posible a su forma- y una angulación probable de 30 grados; hay también triángulos equiláteros, así como flechas, típicas en la gran mayoría de edificaciones de índole románica. Cierta repetitividad tienen, así mismo, las representaciones crucíferas que se podrían calificar del tipo griego, dado que tienen los brazos iguales.

Significativos, por otra parte, podrían ser aquellos otros elementos que aparecen con escaso o unitario criterio. Entre estos, cabe destacar los siguientes: pentalfa, compás, círculo y un símbolo muy similar a la ómicron griega.
 OTROS LUGARES Y OTRAS MARCAS:

Una determinada marca cruciforme sólo aparece en edificios templarios. Por ejemplo, en el Castillo-Convento del Temple en Tomar (Portugal), la Iglesia del Temple en Londres y la Rotonda del Santo Sepulcro en Pisa. 

Otra marca  templaria simbolizaba la torre en el juego del ajedrez. Esta marca aparece en la capilla del Convento de Tomar, en las Iglesias del Temple de Laon y Metz, en Francia, y en el Santo Sepulcro templario de Pisa. 

En el antiguo monasterio de Santa María la Real se han encontrado más de 200 marcas de cantero. Sus formas son muy variadas: letras, cruces… pero sin duda la más curiosa es la que tiene forma de jirafa que, si no fuera porque procede de la época medieval, parecería más bien un diplodocus. 
 
En la cabecera del edificio hay signos que se repiten en la cabecera de la Catedral de Santa María de Tudela (estrella de ocho puntas, cruces gamadas, marcas tipo caracol, etc.) y que ponen de manifiesto la participación en las dos edificaciones de las mismas cuadrillas de canteros. También en la iglesia de Santiago de Agüero existen numerosas marcas de cantero. Predomina entre ellas la que representa una llave. Pero hay otras muchas formas: estrellas, martillos, flechas, cruces, etc.

domingo, 6 de enero de 2013

6 DE ENERO:EPIFANÍA DEL SEÑOR Y FESTIVIDAD DE LOS REYES MAGOS

El libro del Papa Benedicto XVI, La infancia de Jesús (Barcelona: Planeta; 2012), que salió a la venta el 21 de noviembre, se ha convertido en número uno de ventas en España y ya va por su tercera edición. Es el tercer libro de la trilogía de Joseph Ratzinger sobre Jesús de Nazaret. Benedicto XVI inició el primer libro, Jesús de Nazaret, en el verano de 2003, cuando aún era cardenal y, según él mismo relata, tras su elevación al papado en abril de 2005, dedicó todo su tiempo libre a terminarlo
La infancia de Jesús es una buena, rigurosa y documentada lectura para esta Navidad. El libro, de 176 páginas, está dividido en cuatro capítulos y un epílogo. El primero, dedicado a la genealogía de Jesús, según los evangelios de Mateo y Lucas, señala que el Señor pertenece a una época, según el Papa, "perfectamente datable -el año 15 del imperio de Tiberio César- y a un ambiente geográfico perfectamente indicado". El segundo capítulo se refiere al anuncio del nacimiento de Jesús, en el que María, dice Benedicto XVI, "aceptó la voluntad de Dios, trató de comprender y se mostró como una mujer valerosa, de gran interioridad". El tercer capítulo está dedicado al nacimiento en Belén. El cuarto capítulo está asignado a los Reyes Magos.
festividad litúrgica que se celebra precisamente hoy, día 6 de enero. 

La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de reyes) quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «rey de los judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.
Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia ―como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia (de Tomás)) del siglo II― son sin embargo más ricas en detalles. En ese mismo evangelio apócrifo se dice que tenían algún vínculo familiar, y también que llegaron con tres legiones de soldados: una de Persia, otra de Babilonia y otra de Asia.
Roma - Pietro Cavallini La Adoración de los Reyes Magos Basilica di Santa Maria in Trastevere 1296-1300


Se trata de una de las fiestas rituales católicas más antiguas, la Epifanía -aparición o manifestación o revelación- terrena de Jesús ante el mundo, que tiene su prototipo en la venida de los Reyes Magos a Belén para adorar al Redentor recién nacido y que representan, según el Papa, a la humanidad "cuando emprende el camino hacia Cristo".

 Lo que sí se transcribe, en esencia, es la narración de San Mateo, de la que el Papa afirma: "no son una meditación expresada en forma de historias, sino al contrario: Mateo nos relata la historia verdadera". El evangelista los describe como "Magos venidos de Oriente", que vieron una estrella y guiados por ella, fueron en busca del rey de los judíos para adorarle (Mt 2,1-2). Respecto a esto, recoge el Papa que "no es la estrella la que determina el destino del Niño, sino el niño quien guía la estrella". Al llegar a Jerusalén, van al palacio real y preguntan por el recién nacido, "rey de la judíos", ante lo que "El rey Herodes se sobresaltó y todo Jerusalén con él" (Mt 2,3). Finalmente, en Belén, "Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. Cuando entraron en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose le adoraron. Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra" (Mt 2,10-11). San Mateo no dice que fueran reyes, ni su número, ni sus nombres. La última noticia fue que "Recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino" (Mt 2,11). Al no volver para darle noticia del sitio exacto donde estaba Jesús, Herodes ordenó la matanza de los inocentes.

En relación con el origen de los Magos, El Papa lo que dice es, según interpretación de monseñor Martínez Camino (secretario general de la Conferencia Episcopal), que "Representaban a los buscadores de Dios de todos los tiempos y de todos los lugares y eso incluía a todo el mundo hasta entonces conocido y cuyo límite occidental era Tartessos, en la península ibérica". Tartessos, pues, no se sugiere como lugar de origen de los Reyes, sino como referencia de uno de los confines del mapa.
La palabra mago proviene del elamita ma-ku-ish-tu, que pasando por el persa y por el arcadio, llegó al griego como magós (plural magoi) y de ahí al latín como magi/magíster -maestro-. No se refiere brujos ni a hechiceros, sino a hombres sabios, hombres de ciencia. Los magos eran miembros de una casta sacerdotal o tribu medo-persa (Irán de hoy), donde además existía una importante población judía desde medio milenio antes de Cristo y por lo tanto estaban enterados de los anuncios de aparición del Mesías. La tradición ha extendido la soberanía de los Magos a la universalidad de los reinos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa". El número de tres puede deberse a la proporcionalidad de obsequios regalados. En el siglo V, el papa León I el Magno estableció para la cristiandad que eran tres. El haber configurado este número puede estar en relación con la alusión a la Trinidad, a los tres continentes conocidos en ese momento o a las tres razas humanas. Algunos textos señalan que en el siglo XIV, el monje benedictino Beda describió a los Reyes Magos así: "Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro". Según la leyenda, sus restos se guardan en la Catedral de Colonia (Alemania), a donde fueron llevados en 1164, desde la Iglesia de San Eustorgio de Milán, por orden de Federico Barbarroja.

En relación con los nombres de los reyes, (Melchor, Gaspar y Baltasar), las primeras referencias parecen del siglo V, a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea y el segundo otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia de Jesús, donde se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard. En este mismo texto se habla de su condición real: "El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo, Gaspard, rey de los indios; y el tercero, Balthazar, rey de los árabes?". La primera vez que surge la denominación con la que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). En el friso de la izquierda, decorado con mosaicos de mediados del siglo VI, aparece una imagen que representa la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está guiada por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y con pantalones -prenda característica de los persas que luego toman los árabes e introducen en occidente-, en actitud de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen, que está sentada en un trono, y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar. Por supuesto, que el hecho de que la barretina catalana esté tomada del gorro frigio, después de ser adoptada por fenicios y navarros, no significa que los Magos sean catalanes, por mucho que estos lo quisiesen. El rey Baltasar no figura en la iconografía como de raza negra hasta el siglo XVI.

Con el paso del tiempo, en los países de tradición católica se adoptó la costumbre de celebrar la Epifanía y la festividad de los Reyes Magos el día 6 de enero. En España, es tradición que los niños escriban una carta a los Reyes Magos, en la que piden los juguetes y regalos de sus sueños, y que remiten antes del día de la Epifanía. En la actualidad, algunos niños escriben a través de un e mail. Además, el día anterior, en todas las ciudades y pueblos se celebra una cabalgata donde aparecen los Magos y su comitiva con los regalos que por la noche dejarán en cada uno de los hogares de los niños, después de llegar a las casas por imaginarias escaleras. Según la tradición, para que los niños reciban los regalos han de tener buen comportamiento; si se portan mal reciben carbón dulce. Antes de dormir, la noche del 5 de enero, cada persona de la casa ha de colocar un zapato en el lugar en que los Reyes depositarán los regalos, junto con algo de comida y bebida para sus Majestades y los camellos. 







viernes, 4 de enero de 2013

TE DEUM: EL CRISTIANO ES HOMBRE DE ESPERANZA INCLUSO ANTE LAS TINIEBLAS QUE EXISTEN EN EL MUNDO

 
Ciudad del Vaticano, 31 de diciembre 2012 (VIS).-El Santo Padre presidió el lunes a las 17.00, en la Basílica Vaticana, las primeras Vísperas de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios. Siguieron la exposición del Santísimo Sacramento, el canto del tradicional himno 'Te Deum' en acción de gracias por la conclusión del año civil, y la bendición eucarística.
"No podemos detenernos sólo en las noticias si queremos entender el mundo y la vida; tenemos que ser capaces de permanecer en silencio y en meditación, en reflexión silenciosa y prolongada, tenemos que ser capaces de detenernos para pensar. De esta manera, nuestro ánimo puede encontrar la curación de las inevitables heridas de la vida diaria, puede profundizar en los acontecimientos que suceden en nuestras vidas y en el mundo, y llegar a aquella sabiduría que le permite valorar las cosas con ojos nuevos. Sobre todo en el recogimiento de la conciencia, donde Dios nos habla, aprendemos a mirar con verdad las propias acciones, incluso el mal presente en nosotros y alrededor de nosotros, para iniciar un camino de conversión que nos haga más sabios y mejores, más capaces de generar solidaridad y comunión, de vencer el mal con el bien. El cristiano es un hombre de esperanza, incluso y sobre todo delante de las tinieblas que a menudo existen en el mundo y que no dependen del proyecto de Dios, sino de las decisiones equivocadas del hombre, porque sabe que el poder de la fe mueve montañas, el Señor puede iluminar incluso la más profunda oscuridad".
El Año de la Fe que la Iglesia vive, prosiguió el Pontífice, "quiere suscitar en el corazón de cada creyente una mayor conciencia de que el encuentro con Cristo es la fuente de la verdadera vida y de una esperanza sólida. La fe en Jesús permite una renovación constante en el bien y la capacidad de salir de las arenas movedizas del pecado y volver a empezar. En el Verbo hecho carne es posible, siempre de nuevo, encontrar la verdadera identidad del hombre, que se descubre destinatario del amor infinito de Dios y llamado a la comunión personal con Él. Esta verdad, que Jesucristo vino a revelar, es la certeza que nos impulsa a mirar con confianza el año que vamos a comenzar".
 
 
 
"La Iglesia, que ha recibido de su Señor la misión de evangelizar, sabe bien que el Evangelio está destinado a todas las personas, especialmente a las nuevas generaciones, para saciar esa sed de verdad que cada uno lleva en su corazón y que a menudo resulta ofuscada por tantas cosas que ocupan la vida. Este compromiso apostólico es tanto más necesario cuando la fe corre el peligro de resultar oscurecida en contextos culturales que obstaculizan el enraizamiento personal y la presencia social. También Roma es una ciudad en la que la fe cristiana debe ser proclamada siempre de nuevo y testimoniada de una manera creíble. Por un lado, el creciente número de creyentes de otras religiones, la dificultad de las comunidades parroquiales para acercarse a los jóvenes, la difusión de estilos de vida marcados por el individualismo y el relativismo moral, por otro lado, muchas personas en busca de un significado para su existencia y una esperanza que no defrauda, no pueden dejarnos indiferentes. Al igual que el apóstol Pablo, ¡todos los fieles de esta ciudad deben sentirse deudores del Evangelio ante los demás habitantes!"
El Papa terminó su homilía animando a que después del bautismo de sus hijos, "se acompañe a los padres para que mantengan viva la llama de la fe", y que se construya "una relación de cordial amistad con los fieles, que después de haber bautizado a sus hijos, distraídos por las urgencias de la vida diaria, no muestran gran interés: podrán experimentar el cariño de la Iglesia, que como madre premurosa, se pone a su lado para favorecer su vida espiritual".
Al final de la ceremonia, Benedicto XVI visitó el Belén instalado junto al obelisco situado en el centro de la plaza de San Pedro.