Ramon Llull (Mallorca, c. 1232 - 29 de junio de 1315), también conocido como Raimundo Lulio en castellano, Raimundus o Raymundus Lullus en latín, como رامون لیول en árabe, como Raymond Lully por los ingleses o como Raymond Lulle por los franceses, fue un laico próximo a los franciscanos (pudo haber pertenecido a la Orden Tercera de los frailes Menores), filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín del siglo XIII. Fue declarado beato por "culto inmemorial" y no por los cauces oficiales. Su fiesta se conmemora el 27 de noviembre.
Se le considera uno de los creadores del catalán literario y uno de los primeros en usar una lengua neolatina para expresar conocimientos filosóficos, científicos y técnicos, además de textos novelísticos. Se le atribuye la invención de la rosa de los vientos y del nocturlabio.
El Concilio de Vienne
El 14 de noviembre de 1305, tras un año sin lograr elegir pontífice, el rey Felipe IV de Francia, llamado el Hermoso, haría coronar papa al obispo de Burdeos, el dominico Raimundo Bertrand de Got, bajo el nombre pontificio de Clemente V (aunque su elección se había producido el 5 de junio de 1305). Este papa vano, falto de decisión y poder, trasladaría la sede papal de Roma a Aviñón y se convirtió en un títere del monarca francés.Entre ambos habían decidido terminar con los Caballeros Templarios, a los que encarcelaron en 1307 y acusaron, en medio de espantosas torturas, de blasfemia y herejía bajo el látigo de la Inquisición conducida por los dominicos.
En 1308 Clemente V, prácticamente obligado por Felipe IV de Francia, convoca a través de la bula Faciens misericordiam cum servo suo un Concilio, que tendría lugar en la ciudad de Vienne en 1311, para tratar variados temas que interesaban al soberano. Uno de ellos era hacer exhumar y quemar por herejía los huesos de su anterior enemigo, el papa Bonifacio VIII, que hacía siete años que había muerto. También se decidiría si correspondía hacer una nueva Cruzada, si procedía efectuar ciertas reformas de la Iglesia y, lo más terrible, se juzgaría si correspondía entregar a los templarios al brazo seglar para ser ejecutados en la hoguera.
Ramon Llull fue convocado y estuvo presente en las tres sesiones del Concilio, pero no han llegado hasta nosotros noticias acerca de cómo votó en cada uno de los graves asuntos que allí se ventilaron. Nos consta que la Cruzada y la reforma eclesiástica le interesaban particularmente, ya que habían sido el objeto de sus prédicas y ruegos durante décadas. Sin embargo, respecto del castigo a los templarios quedan numerosas dudas.
Los franciscanos solían ser designados en los tribunales inquisitoriales para moderar la tendencia a condenar de los dominicos, normalmente en proporción de uno por cada dos dominicos. En ese sentido, la lógica nos dice que Ramon debe haber defendido a los prisioneros. En segundo término, los partidarios de las Cruzadas como Llull conocían y amaban a los templarios por el valor, el coraje, el espíritu de sacrificio y la enorme piedad que habían demostrado en los 187 años de su existencia y su arrojo en la segunda cruzada y las sucesivas. No tenemos, como se ha dicho, su voto escrito, pero es muy improbable que hubiese votado por la hoguera.
Si así fue, lamentablemente no fue escuchado por tercera vez, ya que los templarios fueron suprimidos como orden y muchos de ellos murieron en la hoguera, encabezados por su último Gran Maestre Jacques Bourguignon de Molay en 1314. La Orden como institución fue suprimida por Clemente V en el mismo acto como decreto papal y no como decisión del Concilio, a causa del descrédito en que había incurrido por las acusaciones recibidas, y no por su culpabilidad.
Una de las propuestas presentadas por el franciscano, a saber, crear colegios para enseñar a los misioneros el idioma hebreo, el árabe y las lenguas orientales fue aceptada, mientras que la otra (marchar a una nueva cruzada) fue rechazada.
SU LIBRO DE LA ORDEN DE CABALLERÍA
Esta pieza didáctica es de los primeros tiempos de su producción, en la cual el sabio estudia las características sociales de la clase de los caballeros, entendiéndose por ello a un ser, armado y valiente, cuyo objetivo último es sin embargo enterarse y encontrar la firma de Dios en cada hecho del mundo.
Describe acabadamente los derechos y obligaciones del caballero y le impone los objetivos de desplegar el honor cristiano y la nobleza de espíritu, de los que se sigue la observancia de una estricta piedad.
Es combativo y a veces agresivo, recomendando convertir a los infieles a palos y con la espada, al tiempo que se les predica la verdad de Cristo.
Os dejamos un fragmento:
Faltó en el mundo caridad, lealtad, justicia y verdad;
comenzó enemistad, deslealtad, injuria y falsedad, y de
ahí nació error y turbación en el pueblo de Dios, que fue
creado para que los hombres amasen, conociesen,
honrasen, sirviesen y temiesen a Dios.
Al comenzar en el mundo el menosprecio de la justicia
por disminución de la caridad, convino que justicia
recobrase su honra por medio del temor; y por eso se
partió todo el pueblo en grupos de mil, y de cada mil fue
elegido y escogido un hombre más amable, más sabio,
más leal y más fuerte, y con más noble espíritu, mayor
instrucción y mejor crianza que todos los demás.. Se buscó entre todas las bestias la más bella, la más veloz
y capaz de soportar mayor trabajo, la más conveniente
para servir al hombre. Y como el caballo es el animal más
noble y más conveniente para servir al hombre, por eso
fue escogido el caballo entre todos los animales y dado al
hombre que fue escogido entre mil hombres; y por eso
aquel hombre se llama caballero.Una vez reunidos el animal y el hombre más nobles,
convino que se escogiesen y tomasen de entre todas las
armas aquellas que son más nobles y más convenientes
para combatir y defenderse de las heridas y de la muerte;
y aquellas armas se dieron y se hicieron propias del
caballero. Quien quiere, pues, entrar en la orden de
caballería debe meditar y pensar en el noble principio de
la caballería; y conviene que la nobleza de su corazón y
su buena crianza concuerden y convengan con el
principio de la caballería, pues, si no lo hace así, sería
contrario a la orden de caballería y a sus principios. Y porpor
eso no conviene que la orden de caballería reciba en sus
honras a sus enemigos, ni a aquellos que son contrarios a
sus principios. Amor y temor convienen entre sí contra desamor y
menosprecio; y por eso convino que el caballero, por
nobleza de corazón y de buenas costumbres, y por el
honor tan alto y tan grande que se le dispensó
escogiéndolo y dándole caballo y armas, fuese amado y
temido por las gentes, y que por el amor volviesen caridad
y cortesía, y por el temor volviesen verdad y justicia.Mira, escudero, qué vas a hacer si tomas la orden de
caballería; pues si te haces caballero, recibes la honra y la
servidumbre que corresponden a los amigos de la
caballería; que, cuantos más nobles principios tienes, más
obligado estás a ser bueno y agradable a Dios y a las
gentes; y si eres aleve, tú eres el mayor enemigo de la
caballería y el más contrario a sus principios y a su honra.
8. Tan alta y noble es la orden de caballería que no bastó a la
orden nutrirse de las personas más nobles, ni que se le
dieran las bestias más nobles y las armas más honradas;
antes, convino que se hiciera señores de las gentes a
aquellos hombres que están en la orden de caballería. Y
como el señorío tiene tanta nobleza, y la servidumbre
tanto sometimiento, si tú, que tomas la orden de
caballería, eres vil y malvado, puedes imaginar qué
injuria sería para tus súbditos y para tus compañeros que
son buenos; pues, por la vileza en que estás, deberías ser
súbdito, y por la nobleza de los caballeros que son buenos
eres indigno de ser llamado caballero. Elección, caballo, armas y señorío no bastan aún al alto
honor que es propio del caballero; antes, conviene que se
le dé escudero y palafrenero que lo sirvan y se ocupen de
las bestias. Y conviene que las gentes aren y caven y
arranquen la cizaña, para que la tierra dé frutos de que
viva el caballero y sus bestias; y que el caballero cabalgue
y señoree y obtenga bienandanza de aquellas cosas en que
los hombres pasan fatigas y malandanza.
10. Ciencia y doctrina tienen los clérigos para poder, saber y
querer amar, conocer y honrar a Dios y a sus obras, y para
dar doctrina a las gentes y buen ejemplo en amar y honrar
a Dios; y para ser ordenados en estas cosas, aprenden y
frecuentan las escuelas. De donde, así como los clérigos,
por vida honesta y por buen ejemplo y por ciencia, tienen
orden y oficio de inclinar a las gentes a devoción y santa
vida, así los caballeros, manteniendo la orden de
caballería con la nobleza de su corazón y la fuerza de sus
armas, tienen la orden en que están para inclinar a las
gentes a temor, por el cual temen los hombres delinquir
los unos contra los otros.La ciencia y la escuela de la orden de caballería es que el
caballero haga que a su hijo se le enseñe a cabalgar en su
juventud, pues si no aprende a cabalgar en su juventud no
lo podrá aprender en su vejez. Y conviene que el hijo del
caballero, mientras es escudero, sepa cuidar del caballo; y
conviene que el hijo del caballero sea antes súbdito que
señor, y que sepa servir a señor, pues de otro modo no
conocería la nobleza de su señorío cuando fuere caballero.
Y por eso el caballero debe someter a su hijo a otro
caballero, para que aprenda a esgrimir y justar, y las
demás cosas que son propias del honor del caballero.
12. Quien ama la orden de caballería conviene que, así como
aquel que quiere ser carpintero necesita un maestro que
sea carpintero, y aquel que quiere ser zapatero precisa de
un maestro que sea zapatero, así quien quiere ser
caballero conviene que tenga maestro que sea caballero;
pues tan inconveniente cosa es que escudero aprenda la
orden de caballería de otro hombre que no sea caballero,
como lo sería si el carpintero enseñase su oficio al
hombre que quiere ser zapatero.
Así como los juristas y los médicos y los clérigos tienen.........
ciencia y libros, y oyen la lección y aprenden su oficio
por doctrina de letras, tan honrada y alta es la orden de
caballero que no basta que al escudero se le enseñe la
orden de caballería para cuidar del caballo, servir al señor,
ir con él en hechos de armas u otras cosas semejantes a
éstas, sino que sería conveniente cosa que se hiciese
escuela de la orden de caballería y que fuese ciencia
escrita en libros, y que fuese arte enseñada, así como son
enseñadas las demás ciencias; y que los hijos de los
caballeros aprendiesen primero la ciencia que es propia de
la caballería, y luego fuesen escuderos y anduviesen por
las tierras con los caballeros...
El oficio del caballero es el fin y la intención por los que
comenzó la orden de caballería. De donde, si el caballero
no cumple con el oficio de la caballería, es contrario a su
orden y a los principios de la caballería arriba citados; por
cuya contrariedad no es verdadero caballero, aunque sea
llamado caballero; y tal caballero es más vil que el tejedor
y el trompetero, que cumplen con su oficio.
Oficio de caballero es mantener y defender la santa fe
católica, por la cual Dios Padre envió a su Hijo a tomar
carne en la gloriosa Virgen, Nuestra Señora Santa María,
y para honrar y multiplicar la fe sufrió en este mundo
muchos trabajos y muchas afrentas y penosa muerte, De
donde, así como Nuestro Señor Dios ha elegido a los
clérigos para mantener la santa fe con escrituras y
probaciones necesarias, predicando aquélla a los infieles
con tanta caridad que desean morir por ella, así el Dios de
la gloria ha elegido a los caballeros para que por fuerza de
armas venzan y sometan a los infieles, que cada día se
afanan en la destrucción de la santa Iglesia.Por eso Dios
honra en este mundo y en el otro a tales caballeros, que
son mantenedores y defensores del oficio de Dios y de la
fe por la cual nos hemos de salvar.. El caballero que tiene fe y no usa de fe, y es contrario a
aquellos que mantienen la fe, es como el entendimiento
de un hombre a quien Dios ha dado razón y usa de
sinrazón y de ignorancia. De donde, quien tiene fe y es
contrario a la fe, quiere salvarse por lo que es contra la fe;
y por eso su querer concuerda con el descreimiento, que
es contrario a la fe y a la salvación, por cuyo
descreimiento el hombre es condenado a padecer trabajos
que no tienen fin......
En nuestra sección de Biblioteca Virtual podeis descargaros el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario