Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


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Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

lunes, 23 de septiembre de 2013

EN LA ORACION

Al comienzo de la oración, tengamos una gran fe en Dios presente, estemos cara a cara con El.
LA JORNADA MONÁSTICA SEGÚN NUESTROS PADRES. P. ROBERT THOMAS, O.C.S.O

Ya vimos cómo san Bernardo en su sermón 25 Var. habla de la "entrada" en la salmodia o en la oración; hay que sentirse como introducido en la corte del Rey celestial, tener profundos sentimientos de humildad, tomar conciencia de nuestra indignidad y de la majestad de Dios, y sobre todo, alegrarse de presentarse así, tan indigente y por eso mismo, ser admitido en la presencia del Señor: "Nosotros, nos presentamos como somos, para hablar con Dios cara a cara" 8•
Guillermo - lo vimos también -, invita, cuando el espíritu está todavía vacío, después del sueño, a ponerse en la presencia de Dios, especialmente, antes del Oficio de la noche: "Quedamos ante Dios - nos instalamos, literalmente -, cara a cara con Él" 9. Guillermo se ve como "dejándolo todo, yendo en pos del Señor subiendo al monte para ver al Señor y ser visto por El" 10. Todo lo demás se desvanece, se volatiza y sólo está Dios, Dios como presencia real. Se siente como "cogido" desde el principio por la presencia real de Dios. Sin duda que ya estaba allí el Señor, pero puede decir como Jacob: "Dios estaba aquí y no lo sabía". Y querría decir "¡Ah, entonces eres Tú!"
Veamos unas frases de Guillermo muy evocadoras:

¡He aquí, Él mismo está ahí, detrás de nuestro muro! Observad viéndole venir: la Esposa comienza a gritar: ¡Ah, he ahí, es Él! y en cuanto lo ve cerca: ¡He aquí, es Él! exclama Ella como afirmando: Es Él, ¡Él en persona! 11.

El alma en su simplicidad, viene a su Dios, a su Señor. Ella se dice más o menos de esta manera: "¡Sólo Dios! ¡Sólo Dios! ¡He ahí la verdad!". La oración es un tiempo de verdad con Dios. Se restablece la escala de valores: todo lo demás sobra. Dios en cambio crece en el alma: ¡Sólo Dios!
Dios no necesita esperar largos años para deslumbrar al alma con su presencia, para sacarla fuera de sí (hipnotizarla). Es en ese instante cuando el alma lo siente presente en sí misma:

¡Desgraciado del que está solo! dice Salomón (Ecl 4,10). ¡Ah, así, desgraciado de mí cuando estoy solo, si Tú no estás conmigo y yo contigo! Dichoso, el más dichoso de los hombres me siento cuando veo que estás conmigo... 12.
Elredo tiene unas palabras que fácilmente podríamos pasar inadvertidas en la lectura, pero creo que tienen mucho sentido. Comienza con la frase de Isaías: "Elevad la voz, levantad las manos" (Is 13,2). Sí, el Profeta levanta las manos puras durante la oración que presenta a los ojos de Dios, a su mirada divina - diviyais sese praesentat obtutibus – 13

Ponerse bajo la mirada de Dios, hacerse ver por Él. Puede transcurrir todo el tiempo de la oración haciéndose ver y mirar por Dios. Es el tiempo de la verdad: se es visto por Dios tal como se es. Sí, es bueno cuando nos ponemos en oración y experimentamos que Dios está allí. Dios nos ha precedido. Veamos un texto de Guillermo sobre esto. No es preciso ponerse en presencia de Dios, pues Él ya está presente. Mas con frecuencia se necesita "ponerse en presencia de Dios". Y hay que dejar todo lo demás, todo lo que nos ocupa y nos preocupa, lo que nos acapara, nos importuna, nos distrae; todo cuanto nos engaña para que no tengamos el coraje de vernos como somos realmente... pues si no se da esta actitud, la puerta de Dios no se abre. Esta es la actitud del publicano y es la única llave para abrise a Dios. ¡Cuántas veces creemos que oramos y estamos echando incienso a nuestro ídolo tan querido, nuestro yo!

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