Quieres saber cuál es la fe que da vida y consigue la victoria? Aquella por la cual Cristo habita en lo íntimo de nuestro ser. El es nuestra virtud y nuestra vida. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, dice el Apóstol, os manifestaréis también vosotros gloriosos con él. Esa gloria será vuestra victoria. Y nos manifestaremos con él porque vencemos por él. Solamente llegan a ser hijos de Dios los que reciben a Cristo, y únicamente en ellos se cumple lo que dice la Escritura: todo el que nace de Dios, vence al mundo.

SAN BERNARDO


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Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Si tienes un secreto, escóndelo o revélalo (proverbio árabe)

Preámbulo de la Regla Primitiva del Temple

Nos dirigimos en primer lugar a aquellos que desprecian seguir su propia voluntad y
desean servir, con pureza de ánimo, en la caballería del rey verdadero y supremo, y a los que quieren cumplir, y cumplen, con asiduidad, la noble virtud de la obediencia. Por eso os
aconsejamos, a aquellos de vosotros que pertenecisteis hasta ahora a la caballería secular,en la que Cristo no era la única causa, sino el favor de los hombres, que os apresuréis a asociaros perpetuamente a aquéllos que el Señor eligió entre la muchedumbre y dispuso, con su piadosa gracia, para la defensa de la Santa Iglesia.
Por eso, oh soldado de Cristo, fueses quien fueses,

que eliges tan sagrada orden, conviene que en tu profesión lleves una pura diligencia y firme
perseverancia, que se sabe que es tan digna y sublime para con Dios que, si pura y
perseverantemente se observa por los militantes que diesen sus almas por Cristo, merecerán
obtener la suerte; porque en ella apareció y floreció una orden militar, ya que la caballería,
abandonando su celo por la justicia, intentaba no defender a los pobres o iglesias sino
robarlos, despojarlos y aun matarlos; pero sucedió que vosotros, a los que nuestro señor y
salvador Jesucristo, como amigos suyos, dirigió desde la Ciudad Santa a habitar en Francia y
Borgoña, no cesáis, por nuestra salud y propagación de la verdadera fe, de ofrecer Dios
vuestras almas en víctima agradable a Dios......SAN BERNARDO

sábado, 1 de junio de 2013

EL UNICO VALOR QUE EXISTE ES CRISTO JESÚS

Para San Bernardo sólo hay un nombre que cuenta, el de Jesús Nazareno. "Árido es todo alimento del alma —confiesa— si no se lo rocía con este aceite; insípido, si no se lo sazona con esta sal. Lo que escribes no tiene sabor para mí, si no leo allí a Jesús". Y concluye: "Cuando discutes o hablas, nada tiene sabor para mí, si no siento resonar el nombre de Jesús" (Sermones in Cantica canticorum XV, 6: PL 183, 847). "Miel en la boca, cántico en el oído, júbilo en el corazón" ;el verdadero conocimiento de Dios consiste en la experiencia personal, profunda, de Jesucristo y de su amor. Y esto, vale para todo cristiano: la fe es ante todo encuentro personal íntimo con Jesús, es hacer experiencia de su cercanía, de su amistad, de su amor, y sólo así se aprende a conocerlo cada vez más, a amarlo y seguirlo cada vez más.
LA COMUNION CON CRISTO
Para ser un buen peregrino y para recorrer el camino que lleva al Cielo, el monje necesita ser fortalecido. Los mártires debían su fuerza, su gran fortaleza, al alimento del Cuerpo de Cristo. Los monjes, no pudiendo entregar "su más grande amor", que es el don de la vida por la efusión de la sangre, han querido por inspiración del Espíritu Santo, dar con su forma de vida, una entrega de amor absoluta. Así es como lo dicen san Bernardo y Guerrico . Una forma de martirio que dura toda la vida. Por eso el monje necesita ser fortalecido con este verdadero alimento que es el Cuerpo de Cristo:
La carne de Cristo es nuestra provisión en nuestro camino (viático=viaticum), y el Espíritu Santo el vehículo (Spiritus Vehiculum),7 . El Cordero Pascual invita a sus amigos al delicioso banquete de su
Cuerpo y de su Sangre diciendo: "¡Venid, amigos míos, bebed y embriagaos, queridos míos!" (Cant 5,1) 8.
Felizmente Tú nos has dicho: "El que me coma no volverá a tener, hambre (Sal 24,29). También, "...hasta que pase la calamidad" (Sal 56,1). Pero todavía no han cesado de tener hambre. Vendrá un tiempo en que no tendrán más hambre, ni sed. En la espera, reparte este pan cada día a los que tienen hambre. Aunque hoy, y cada día recogemos sólo unas migajas, y enseguida volvemos a tener necesidad del pan cotidiano. Si Tú no les das pan ¿Quién se lo dará?
Cuando tomamos a Cristo en el Sacramento del altar, tenemos que tomarlo apresuradamente. No es que se deban celebrar los ritos de la Misa precipitadamente, sin gravedad ni respeto. Pero cuando llega el momento de la comunión, hay que tomar sin retardarse lo que se debe recibir con gran deseo. Porque este alimento debe tomarse como el deseo de un gran deseo, con ávida codicia. El que se aproxima a la comunión debe tomarla como un hambriento; toma su alimento como un hombre muerto de sed toma una bebida; como el que no puede soportar la espera y ve demorarse una gracia tan grande.


Si no participamos de la Eucaristia...no podremos entrar en union con Cristo, la Eucaristia es esencial puesto que El nos invita a entrar en comunión, es acoger a Cristo en nuestro interior, como un ejercicio de compromiso ...aqui estoy Señor, toma mi interior y dame luz, invítame a participar de tu cuerpo y de Tu Cruz, como mi cuerpo y mi Cruz.

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